En la plática del periodista Diego Enrique Osorno con el abogado de Miguel Ángel Félix Gallardo, le comentó que para visitar a su cliente en prisión tenía que utilizar colores vivos, los cuales entraran entre los términos de la prisión de máxima seguridad, para evitar que algún reo pudiera fugarse.
El abogado afirmó que con la playera que estaba usando al momento de ser entrevistado no podía ingresar, debido a que tiene rayas de color beige, las cual le podrían servir a un interno para poder escaparse.
Debido a que puede alterar la seguridad de la institución, es que considera que es mejor hacer caso a las autoridades del penal, para evitar que después se le niegue el paso.
“‘¿Cómo se viste cuando va a verlo?’, primero, a la hora de vestir llevo los colores más coloridos, dentro de los términos, porque por ejemplo, con esta camiseta yo no podría entrar, porque tiene estas rayitas de color beige, y eso ya es suficiente para que te digan aquí la pueden agarrar los reos y se pueden fugar de aquí, ya con eso alteras la seguridad de la institución, entonces, yo usaba otros colores, sobre todo el verde, porque el verde permite una distinción nerviosa especial, y como ahí hay una monotonía del color beige y del color gris, entonces rojo, verde y amarillo, son colores que llaman la atención, agradables para alguien que está preso”, narra el autor del libro ‘Bienvenido a Sinaloa’, Diego Enrique Osorno.
Entre los colores que dijo que le gustaba utilizar para ir a ver al capo sinaloense, eran el rojo, verde y amarillo, los cuales rompen con la monotonía del beige y el gris que eran muy comunes de verse al interior de la cárcel, ya sea en el uniforme de los custodios o reos.
Félix Gallardo no podía recibir visitas
Miguel Ángel contaba con muchas restricciones dentro de la cárcel, entre las cuales estaba que no podían verlo sus familiares, así como la visita íntima, solamente podía tener a su abogado una hora al día.
Ante los constantes castigos de las autoridades, su representante legal lo visitaba todos los días, todo por órdenes del capo, quien no quería estar solo todo el día y le gustaba platicarle muchas de sus vivencias cuando estaba en libertad, así como desahogarse de los malos tratos que recibía en la cárcel, además de que ya comenzaba con sus problemas de salud.