México es un país cuyos sabores son reconocidos a nivel mundial. La gastronomía nacional no sólo es aplaudida por lo bien que sabe sino por la importancia cultural e histórica con la que cuenta. En nuestro país gran diversidad de alimentos, y todos ellos tienen su encanto son importantes para la zona de donde son originarios.
México es un país que se conoce por sus platos derivados del maíz, por sus extrañas pero deliciosas botanas, y por sus curiosos postres que desafian la convencionalidad. Los dulces típicos mexicanos, por ejemplo, son la prueba de lo rica y diversa que es la cocina nacional.
Uno de los postres que destacan por su rico sabor y su capacidad para mitigar el calor es la nieve. Las nieves, tradicionales en todos los rincones del país, son helados preparados a base de agua. De limón, de grosella o de mango, las nieves casi siempre son de algún sabor frutal; sin embargo, a veces se utilizan otros ingredientes que, aunque parezcan extraños, son bastante deliciosos.
Una de estas nieves de particular sabor es la de camarón y se vende sobre todo en Dolores, Hidalgo.
La nieve de camarón y otros exóticos sabores
En Dolores, Hidalgo, cuna del Grito de Independencia de México, hay una importante industria de neveros que, aunque todo el año producen el delicioso postre, es en Semana Santa cuando más suben sus pedidos. Los sabores de estas tradicionales nieves son bastante diversos y los puedes encontrar en los parques y plazas de esta ciudad.
Hay desde los típicos sabores frutales hasta los más exóticos. Por ejemplo, la temporada de nieve de capirotada es, precisamente, en Semana Santa. La capirotada consiste en una especie de budín que se elabora a partir de capas de pan, comúnmente bolillo o baguette, que se baña con un jarabe preparado con piloncillo, canela y clavo. Se le añaden otros ingredientes como queso, pasas, cacahuates y en ocasiones pedazos de frutas como manzanas o plátanos. A partir de ese postre se prepara la nieve.
Pero sin duda, la nieve que es por mucho la más extraña de la zona es la de camarón. Usualmente, aunque la estrella del congelado postre es el mencionado crustáceo, también se puede preparar con otros ingredientes como nopales o incluso pulpo.
Es una nieve salada que, según quienes la han probado, es como comerte un buen coctel pero muy frío. El sabor es fuerte pero gusta demasiado a quienes tiene la fortuna de comerla. Además de todo, es un postre excelente para mitigar el calor, sobre todo en éstas épocas de altas temperaturas donde se antoja refrescarse de forma deliciosa.
Si visitas Dolores, Hidalgo, y no quieres irte sin conocer lo más tradicional de su cocina, no dudes en buscar una buena nieve de camarón, o incluso puedes probar otros raros sabores como las de mole, chicharrón, o aguacate. No obstante, si no eres muy atrevido, están los clásicos sabores de limón, vainilla, chocolate o fresa, y puedes consumirlas en el típico barquillo, o en un vasito de plástico.
La nieve de camarón es otra prueba de lo versátil que pueden ser los ingredientes mexicanos y la diversidad de preparaciones que resultan en inusuales platillos. Por ello, no es raro que en nuestro país, comidas como el caldo de oso o los chapulines sean platillos ampliamente consumidos por los mexicanos. Por esta razón, los extranjeros consideran a nuestro país como uno de los mejores lugares del mundo para probar sabores exóticos y salir de la convencionalidad.