Cuáles son los precursores del fentanilo que son sustancias reguladas en México

El fentanilo es un opioide sintético que puede llegar a ser hasta 100 veces más potente que la morfina, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). En México hay dos tipos, el farmacéutico —usado tras una operación o para tratar dolores crónicos— y el que se fabrica de manera ilícita en laboratorios controlados por los cárteles de la droga (como el de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación).

En el mercado ilegal se comercializa por los efectos similares a los de la heroína, pero al mezclarse con otras sustancias químicas aumenta el riesgo de sufrir una sobredosis mortal. El fentanilo que es fabricado clandestinamente puede ser encontrado en polvo, líquido o en pastillas.

Al tratarse de un producto sintético, el fentanilo se fabrica partir de ciertos precursores químicos, algunos de los cuales son sustancias reguladas en México dado su uso en la elaboración de narcóticos.

La Secretaría de Salud indica que hay dos formas para sintetizar el opioide:

• El método Siegfried: se emplea el pre-precursor N-fenetil-4-piperidona (NNP) para sintetizar el 4-anilino-n-fenetilpiperidina (ANPP), precursor de fentanilo.
• El método Gupta: se usa el pre-precursor N-4-anilino-1-boc-piperidina (4-AP) para producir el precursor 4-Anilino-N-fenetilpiperidina (ANPP).

En julio de 2017, el Diario Oficial de la Federación (DOF) se publicó un acuerdo para adicionar al listado dos componentes de sustancias controladas que refiere a la fracción I del artículo 4 de la Ley Federal para el Control de Precursores Químicos, Productos Químicos Especiales y Máquinas para Elaborar Cápsulas, Tabletas y/o Comprimidos.

Se trató del N-fenetil-4-piperidona (NNP) y del 4-Anilino-N-fenetilpiperidina (ANPP), al ser considerados “precursores químicos de estupefacientes, como lo son el fentanilo y sustancias análogos, cuya introducción a territorio nacional no es restringido”, se lee en el acuerdo.

De acuerdo con la Secretaría de Salud, con lo anterior se busca el fortalecimiento de medidas de control y vigilancia sobre la venta de sustancias químicas que son usadas para producir narcóticos de manera ilícita.

Asimismo, en México se encuentra regulado el 1-fenetil-4-n-propionilanilinopiperidina (otro precursor del fentanilo), según los términos establecidos en el artículo 234 de la Ley General de Salud, que incluye a las sustancias consideradas como “estupefacientes”.

Las autoridades de salubridad indican que el fentanilo se consume vía oral en pastillas o tabletas —algunas de las cuales imitan fármacos como la oxicodona—, principalmente, aunque también puede ser fumado, inhalado o mezclado con otras drogas (como la heroína). Algunos de sus efectos son:

• Euforia
• Confusión
• Sedación
• Náuseas
• Mareo
• Vómito
• Somnolencia
• Alucinaciones
• Constricción pupilar
• Discinesia (movimientos musculares involuntarios)

Cuando se presenta una sobredosis puede causar complicaciones para respirar, estupor, piel húmeda y cambios en los tamaños de las pupilas, lo que en ocasiones puede llevar a la muerte por intoxicación.