Así se ve el ‘Chernobyl mexicano’, la ciudad atrapada entre la violencia del CJNG

“Prohibido el paso” es uno de los mensajes que se leen en uno de los edificios abandonados en Tlajomulco de Zúñiga, el “Chernobyl mexicano”, uno de los complejos habitacionales que prometían agrandar el área metropolitana de Guadalajara pero que quedó deshabitado y a merced de la delincuencia en una zona bajo el control del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Youtubers, medios de comunicación y turistas se han visto atraídos por el olvido del complejo habitacional de Lomas del Mirador, el fraccionamiento que se construyó en el año 2013 -a 30 kilómetros de Guadalajara- y que 10 años después se encuentra totalmente desolado, con signos de vandalismo y algunas historias que refieren se volvió escenario de crímenes y refugio de delincuentes.

La obra negra resalta a primera vista, no hay ventanas, el clima ha hecho lo suyo y ya deterioró algunas construcciones: los humanos también hicieron su parte y hay cientos de rayones en las paredes; en algunas habitaciones hay restos de comida y ropas -usadas por personas sin hogar para pasar una o más noches-; el amarillo de los pastizales y el silencio dominan el “Chernobyl mexicano”.

Algunos vecinos dicen que la zona es utilizada por criminales, otros comentan que está bajo cuidado del Ejército y que sólo personas sin hogar hacen uso de algunas viviendas. Ambas partes coinciden en no ir a Tlajomulco: “no hay a qué”.

A unos pasos de los edificios sin terminar -la empresa constructora se fue a la quiebra en 2014- se encuentran otras torres de departamentos ya listos para habitarse, pero que nunca se lograron vender. En Tlajomulco hay más de 70 mil viviendas en el abandono, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Ante tal abandono e inseguridad, el Ejército Mexicano instaló una de sus bases en una de esas torres departamentales.

Mujeres del colectivo Corazones Unidos descubrieron hace una semana restos humanos al interior de una casa abandonada en la colonia Lomas de San Agustín, Tlajomulco de Zúñiga; estaba frente a un kínder; el dueño, lleva años que no vive en el lugar.

Datos de la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas de Jalisco dan cuenta de 151 fosas clandestinas encontradas en la entidad entre el 1 de diciembre de 2018 a febrero de 2024 -cifras federales advierten 176 entierros clandestinos hasta el 30 de abril de 2023-; la mayoría de ellas (66) fueron descubiertas en Tlajomulco de Zúñiga; el segundo sitio (Zapopan) suma 26 inhumaciones ilegales.

Entre las casas abandonadas y los terrenos baldíos comunes en Tlajomulco los colectivos de búsqueda de personas desaparecidas lograron exhumar 598 cuerpos, casi la mitad de todos los cadáveres hallados en todas las fosas clandestinas de Jalisco.

Tlajomulco de Zúñiga es el paso obligado para ir de Guadalajara a Colima, es también una de las regiones más importantes para el CJNG; enclavado en el bastión más importante de Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho”, Tlajomulco sería un territorio completamente dominado por ellos, de no ser por la traición de Carlos Enrique Sánchez, alias “El Cholo”, lo que dio origen al Cártel Nueva Plaza.

En mayo de 2023 el Ejército Mexicano rescató a una mujer de una casa de seguridad del CJNG en Tlajomulco; un mes después seis agentes de la Fiscalía General de Jalisco y policías locales murieron en una “trampa” que les pusieron cuando iban a investigar el hallazgo de una supuesta fosa clandestina.

Fue también en Tlajomulco, donde se encuentra el “Chernobyl mexicano”, el lugar de operaciones de Heriberto Acevedo Cárdenas, un jefe de plaza del CJNG que además de torturar y asesinar a sus rivales, les amarraba dinamita al pecho para así deshacerse de sus víctimas.

Por si no bastara con la presencia del crimen organizado, la semana pasada se informó sobre la detención de cuatro policías municipales de Tlajomulco de Zúñiga que fueron detenidos por su presunta responsabilidad en la desaparición forzada de un hombre.