El azúcar pertenece al grupo alimenticio de los carbohidratos, los cuales se dividen en simples y complejos, siendo el azúcar un carbohidrato de tipo simple. Los carbohidratos tienen la función principal de brindar energía al cuerpo y a los diferentes órganos para que puedan realizar sus diferentes actividades y procesos.
Existen dos tipos de azúcar, la fructosa, que proviene de las frutas y la sacarosa, un tipo de azúcar artificial o refinada, que se obtiene principalmente a partir de la caña y la cual, a diferencia de la fructosa, carece de cualquier tipo de nutriente, de acuerdo con información del Instintito Politécnico Nacional (IPN).
Si bien en exceso la sacarosa no representa un riesgo, es muy fácil sobrepasar las dosis recomendadas, debido a que se encuentra en grandes cantidades en los alimentos procesados, tales como panes, galletas, refrescos, jugos, pastas y, en general, todo tipo de alimento industrial. En este sentido, la mayoría de los humanos consumen mucho más de la dosis recomendada, lo cual puede traer graves riesgos a la salud.
Sin embargo, si optamos por una dieta libre de azúcar estos son algunos cambios positivos que ocurren en nuestro cuerpo:
Experimentas síndrome de abstinencia
Si bien disminuir y eliminar el consumo de azúcar de tu dieta tiene diversos efectos positivos en tu organismo lo cierto es que las primeras dos a tres semanas, incluso puede ser un mes, es probable que experimentes una sensación similar al síndrome de abstinencia, ya que tu cuerpo resentirá no tener esa sustancia que esta acostumbrado a recibir.
Sin embargo, aunque este primer periodo puedas sentirte con menos energía, cansado, de mal humo y con mucha necesidad de algo dulce, con el paso del tiempo esta sensación se hará menos intensa y comenzarás a notar los beneficios.
Tienes más energía
Una vez que pasa el periodo de adaptación, en el que el cuerpo se acostumbra a dejar de tener esa fuente de energía intensa (pero poco duradera) el cuerpo comienza a recordar como regular de mejor manera su consumo energético, lo que se traduce en más energía y una menor necesidad de comer cosas dulces.
Esto ocurre debido a que, al eliminar la sacarosa de tu dieta ocurre un cambio a nivel bioquímico en el que el cuerpo registra que debe llevar una mejor regulación del metabolismo de la energía.
Duermes mejor
Debido a que no tendrás picos de energía donde se gaste recursos que podrías necesitar después es probable que tu ciclo del sueño también se regule y que puedas dormir mejor durante las noches. Además, también suelen reducirse lo estados de ansiedad e inquietud. Por otro lado, el azúcar produce estados de inflamación sistémica crónicas que afectan también los ciclos circadianos.
Mejora tu salud intestinal
Las bacterias malas que habitan en el intestino se alimentan de azúcar y esto evita que las buenas, la microbiota, pueda desarrollarse de manera saludable, razón por la cual, al dejar el azúcar la microbiota comienza a crecer y con ello mejora tu salud digestiva.
Se estabilizan tus niveles de glucosa
Un consumo elevado de azúcar refinada suele representar niveles altos de glucosa en la sangre, lo cual, cuando ocurre de manera regular, puede traducirse en la aparición de la diabetes. Dejar de consumir este tipo de azúcar ayudará a reducir en gran medida la posibilidad de desarrollar esta enfermedad.
¿Cuánta azúcar debo comer al día?
La Organización Mundial de la Salud recomienda que tanto adultos como niños deberían reducir su consumo diario de azúcares añadidos a menos del 10% del total de calorías consumidas.
Subraya además que una disminución hasta un 5% de dicho consumo (equivalente a unas seis cucharaditas diarias en una dieta de 2000 calorías) traería beneficios adicionales para la salud.
Limitar la ingesta de estos azúcares es crucial debido a que su exceso está vinculado con problemas de salud tales como dietas poco saludables, sobrepeso, enfermedades crónicas, caries dentales e incluso la aparición de algunos tipos de cáncer.