Ulises asegura que uno de los primeros recuerdos que tiene de su infancia es la detención de su mamá, quien trabajaba para la delincuencia organizada como jefa de plaza de Los Zetas, una de las organizaciones más sanguinarias que ha emergido en el país y que tuvo gran parte de sus operaciones en estados como Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Veracruz, entre otros estados.
Este es sólo uno de los testimonios que se recoge en el informe de la asociación Reinserta publicado en el año 2022 bajo el nombre “Niñas, niños y adolescentes reclutados por la delincuencia organizada” en el que advierte un recrudecimiento de la violencia contra la niñez en México.
El informe cita información de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) que advierte que hasta el año 2019, habría cerca de 21 mil niñas, niños y adolescentes víctimas de homicidios dolosos, así como unos 30 mil menores más reclutados por las organizaciones criminales.
Como parte de su testimonio recogido por Reinserta, Ulises asegura que el día que detuvieron a su madre él abrió la puerta aunque ella le dijo a él y a su hermano que no lo hicieran. Ella estaba haciendo de comer: “fui a abrir yo y me apuntaron y me metieron a un cuarto con mi hermano”.
De acuerdo con Ulises, su madre era parte de Los Zetas y participó en la pugna de esta organización en contra del Cártel del Noroeste. El menor aseguró que con el trabajo de su madre, él y sus hermanos tenían “todos los lujos”.
Reveló que tras la detención de su madre, él y su hermano tuvieron que irse a vivir con su papá. En lugar de ir a la escuela, en ocasiones se escapaba y visitaba a su madre en la cárcel, en donde el jefe de Los Zetas le ofreció trabajo tanto a él como a su hermano.
Ulises aseguró que su madre no le permitió a él sumarse a las filas de esta organización porque seguía estudiando, pero sus hermanos sí lo hicieron, primero como halcones, luego de “estacas” y finalmente como sicarios: “De volada le dieron armas y chaleco”.
El menor reveló que él nunca se sumó al cártel porque sus hermanos le daban todo y expuso la ocasión en que presenció un hecho violento protagonizado por uno de sus hermanos.
“Lo que sí me marcó fue ver a uno de mis hermanos matar a una persona, me dijo: ‘Tú no hagas nada, nomás voltéate pa allá', y yo estaba así volteando escuchando cómo le estaba poniendo unos cachazos, luego lo llevamos a una brecha y le iban a dar el tiro de gracia”, dijo.
No obstante, la pistola se trabó y su hermano tuvo que usar una piedra para realizar su trabajo. Ulises aseguró que después de esta experiencia no pudo continuar con sus estudios, pues iban de un lugar a otro a veces huyendo de las autoridades.
Esto ocurrió hasta que fue detenido junto a uno de sus hermanos. Como parte de la captura les solicitaron información sobre su hermano mayor, pero no lo delataron y, por ello, lo metieron a un centro de internamiento en donde, al momento del relato, cumplía con una pena privativa de sólo cinco meses.
“Cuando salga me gustaría estudiar para ser abogado”, dijo a Reinserta.