En un atroz ataque perpetrado durante la noche del 6 de marzo, María del Rayo Mendoza Farfán, la directora del Centro de Reinserción Social (Cereso) de San Miguel en Puebla, sobrevivió a un intento de asesinato mientras se desplazaba por el Periférico Ecológico, cerca del C5.
Un conjunto de individuos armados emboscó el vehículo de la funcionaria, disparando repetidamente contra la camioneta Suburban que la transportaba. A pesar del grave incidente, no se reportaron heridos gracias a la rápida reacción de sus escoltas, quienes lograron repeler el ataque. Hasta el momento, no se han efectuado arrestos relacionados con este violento suceso.
El atentado contra la funcionaria pública se produce en un contexto donde la seguridad dentro de las instituciones penitenciarias es una preocupación constante. María del Rayo Mendoza Farfán ha estado al mando del Cereso de San Miguel por más de dos años, asumiendo el cargo en un período marcado por desafíos significativos.
Este ataque resalta los riesgos que enfrentan los funcionarios del sistema penitenciario en el cumplimiento de sus deberes. Aunque aún no se ha divulgado un informe oficial detallando el estado de salud de Mendoza Farfán, reportes no oficiales sugieren que ella no sufrió lesiones gracias al blindaje de su vehículo.
Inmediatamente después del ataque, autoridades estatales y agentes de la Fiscalía General del Estado se presentaron en el lugar de los hechos para iniciar las investigaciones pertinentes. El objetivo es reunir evidencia que conduzca a la identificación y captura de los responsables. La falta de detenidos hasta ahora aumenta la incertidumbre sobre los motivos y posibles implicaciones de este intento de asesinato contra un alto cargo del sistema carcelario poblano.
La comunidad y las autoridades locales permanecen en alerta mientras prosiguen las indagaciones. La seguridad de los funcionarios públicos y la integridad de las instituciones del estado son de suma importancia, y hechos como este subrayan la necesidad de reforzar las medidas de protección para quienes están en la primera línea de la administración penitenciaria.
Autoridades plantean que el ataque fue derivado de una posible venganza de grupos criminales y de narcomenudeo de Puebla, que se vieron afectados a recientes cambios que ha habido en el plantel, esto debido a que se demolieron algunos espacios que se ubicaban dentro del penal donde se presume de dedicaban a la venta de estupefacientes,y servían como un punto de reunión,
De momento se está a la espera de la postura de la Fiscalía de Puebla, para conocer más del ataque armado.