El día de ayer el Club América se impuso con un marcador de 0-3 sobre las Chivas del Guadalajara durante el partido de Ida de los Octavos de Final de la Champions Cup, celebrado en el Estadio Akron. Con goles de Julián Quiñones, Diego Valdés y Henry Martín, el equipo azulcrema obtuvo una ventaja crucial en la serie, acercándose a su objetivo de clasificar al próximo Mundial de Clubes.
Sin embargo, el evento deportivo también se vio empañado por incidentes de violencia entre aficionados. Al finalizar el encuentro, en medio de un ambiente tenso marcado por abucheos hacia el equipo local por parte de sus propios seguidores, se reportó un altercado en las gradas.
Cámaras en el lugar captaron el momento en que un grupo de aficionados del Rebaño agredieron física y verbalmente a un seguidor del América.
Las imágenes muestran a un hombre, identificado por su gorra blanca, recibiendo golpes en la cabeza por parte de un seguidor de las rayadas, mientras otros espectadores, incluyendo una mujer vestida de rojo y un hombre de azul marino, intentaban intervenir para detener la agresión. Además, se observó a otros aficionados arrojando objetos hacia las víctimas.
También se calentó el terreno de juego
Durante el reciente enfrentamiento en el Clásico Nacional, el ambiente se caldeó notablemente al final del primer tiempo, cuando Alan Mozo, lateral del Guadalajara, se vio involucrado en un altercado con Álvaro Fidalgo del Club América, así como con la banca del equipo rival.
El incidente, que tuvo lugar justo tras el silbato que marcaba la pausa del encuentro, encendió los ánimos en el estadio y anticipó un segundo tiempo de alta tensión entre los históricos rivales del fútbol mexicano.
El origen del conflicto parece haber sido un empujón de Mozo a Fidalgo, que no tardó en ser correspondido por el mediocampista español.
Aunque inicialmente el lateral derecho tapatío optó por ignorar la respuesta del americanista y se dirigió hacia los vestidores, el intercambio no terminó ahí. Lo que parecía una disputa a punto de disiparse, escaló cuando comenzaron los empujones entre jugadores de ambos equipos.
En un giro que avivó aún más la situación, el jugador del Rebaño incitó a la afición local a involucrarse, haciendo ademanes y alentando con gritos hacia los jugadores del América. Este comportamiento pareció reavivar el conflicto, llevando a Alan a confrontar nuevamente a los miembros de la banca de las Águilas con ademanes provocativos. La tensión incrementó y derivó en empujones entre los jugadores de ambas escuadras, quienes finalmente abandonaron el campo rumbo a los vestidores.