Si has investigado sobre esta planta sabrás que es conocida como “planta milagrosa” debido a que se le atribuye la capacidad de ayudar a curar y prevenir varios tipos de enfermedad. Es por esta razón que la moringa ha sido empleada desde la antigüedad en la medicina tradicional de diversas culturas.
Y es que se trata de una planta cuyas partes son totalmente aprovechables para el consumo humano; esto incluye desde las hojas hasta la corteza, pasando por las semillas y la raíz. Sin embargo, a pesar de que se puede consumir de diversas maneras, es habitual utilizar las hojas, ya sea frescas o en su forma deshidratada y pulverizada y consumirlas a manera de suplemento.
En este sentido, las principales formas en que suelen consumirse es en pastillas o en forma de polvo, el cual las personas usan para preparar smoothies o en sus ensaladas. Además, también hay quienes elaboran té con hojas de moringa.
Sin embargo, estudios recientes realizados por investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México parecen haber descubierto que esta podría no ser la mejor manera de obtener su beneficios.
¿Cuál es la mejor manera de obtener los beneficios de la moringa?
El investigador principal de esta investigación es Mark Olson, académico del Instituto de Biología que ha dedicado su vida al estudio particular de esta planta razón por la cual parece haber encontrado la manera más eficaz de tomar la moringa para que el cuerpo absorba de mejor manera los compuestos químicos que le brindan sus propiedades.
De acuerdo con el experto, infusionar las hojas en frío es la manera más adecuada para mantener los compuestos activos que posee la planta por lo cual se recomienda sumergir las hojas en agua a temperatura ambiente y dejar reposar durante 30 minutos previos a su consumo.
La cantidad que se aconseja usar es de tres a cinco gramos de hoja seca por cada litro de agua y consumir a lo largo del día.
A pesar de que la moringa suele consumirse en polvo o en infusiones calientes, está técnica ha sido propuesta por el especialista, debido a que, en sus investigaciones, descubrió que la moringa es una fuente significativa de unos compuestos químicos conocidos cómo isotiocianatos, los cuales favorecen la detoxificación del cuerpo.
Olson ha indicado que, en los seres humanos, los isotiocianatos pueden estimular una mayor actividad de las enzimas de fase dos encargadas de la detoxificación, facilitando así la eliminación de toxinas consumidas regularmente, las cuales podrían ser responsables de la aparición de diversas enfermedades.
En este sentido, en varias pruebas realizadas a las plantas, el investigador ha descubierto que el calor suele afectar y “descomponer” dicho compuesto activo, lo que reduce el efecto medicinal de la planta.
Si bien consumirlo en té sí brinda sus beneficios nutricionales, es decir, se conservan sus vitaminas y minerales, los isotiocianatos, que le otorgan sus potentes beneficios para prevenir enfermedades como la diabetes o el cáncer, son sensibles al calor.
También se propone preferir esta forma de consumo debido a que, en polvo, también es un poco menor la concentración de isotiocianatos, aunque es mejor forma de consumo que en infusiones.
Algunos beneficios del consumo de la moringa para la salud son:
- Incrementa las defensas naturales del cuerpo
- Ayuda a la regeneración y protección celular
- Controla niveles de colesterol
- Embellece la piel
- Proporciona energía
- Es antioxidante
- Antiinflamatorio
- Regula los niveles de azúcar en la sangre