En grupos de redes sociales circulan imágenes con “ofertas de trabajo” presuntamente difundidas por integrantes del crimen organizado; los sueldos van desde los 8 mil pesos semanales y suelen circular en publicaciones locales donde los enfrentamientos entre grupos rivales con constantes: Tamaulipas, Michoacán, Guerrero y Jalisco son los estados con más “reclutamientos” a través de redes sociales, aunque no es el único “servicio” que ofrecen los cárteles en línea; también venden drogas como marihuana, cocaína y fentanilo.
En algunas plataformas se han viralizado imágenes de jóvenes (en su mayoría mujeres) que estarían siendo contratadas por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) para reclutar a otros jóvenes que quieran sumarse a sus filas, primero como halcones, pero eventualmente como narcomenudistas, sicarios y extorsionadores.
Uno de los casos más sonados es el de Ana Karen Bravo, una joven de 21 años de edad que fue detenida en 2014 por pertenecer a una célula del CJNG; ella habría estado en las famosas “escuelas del crimen”, los narcocampamentos del grupo criminal donde entrenan a sus futuros sicarios: muchos de ellos jóvenes universitarios o de preparatoria que son seducidos por el poder (una pistola) y el dinero, según testimonios recogidos por periodistas como Ricardo Ravelo.
El papel de las redes en el tráfico de fentanilo
En el último informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) se da cuenta de los beneficios y problemas que representan las redes sociales e Internet en el marco del cumplimiento de los tratados internacionales para el compare al tráfico de drogas.
La Organización de las Naciones Unidas Contra el Tráfico de Drogas (ONNUDC), destaca la adaptación del crimen organizado al “nuevo entorno informativo y tecnológico”; además reconoce su papel en el tráfico de drogas y la obtención de precursores químicos y herramientas para la fabricación de drogas sintéticas.
“Las redes sociales, junto con las tecnologías de cifrado, han aumentado la disponibilidad de drogas en el mercado ilícito y han dificultado la labor de las fuerzas del orden para evitar el tráfico de drogas”.
Riesgos de las redes sociales en el crimen organizado
De acuerdo con el reporte de la ONUDC, el papel de la “telemedicina” y del Internet en el servicio médico abrió las puertas para que millones de personas puedan tener acceso a servicios de salud de calidad; sin embargo, al mismo tiempo permitió a los proveedores ilegales esconderse entre los que sí están al margen de la ley.
Las farmacias por internet ofrecen precios más bajos y las consultas en línea también son más bajas y rápidas; en materia de los Gobiernos, la JIFE reconoce como áreas de oportunidad los canales que se abrieron para acceder a más jóvenes sobre los riesgos que representa el consumo de drogas.
El reto inmediato -identifica la ONUDC- es el tema de la fiscalización de los precursores utilizados para la fabricación de drogas sintéticas; sin embargo, esa apertura de las comunicaciones también hizo que sea más difícil vigilar todas las operaciones de compra-venta que se realizan en línea y en cuyas muchas veces se ofrecen mercancías ilícitas.
La actuación de los vendedores de drogas utilizando Internet es variada y aún no está del todo definida, pues la JIFE reconoce que algunos vendedores se han mudado a canales más alejados de la vista pública y utilizan software descentralizados o encriptados para no ser detectados; empero se mantiene otro grupo que sigue utilizando canales tradicionales para transmitir sus mensajes o hacer “publicitar” su “marca”.
Ejemplo de esto último fue el mensaje difundido por el Cártel del Noreste (CDN) para deslindarse de la violencia desatada en el municipio de Doctor Coss, Nuevo León; negar el presunto financiamiento a la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador en 2006 y lanzar una amenaza hacia sus rivales: el Cártel del Golfo, el gobernador Samuel García y funcionarios de seguridad presuntamente coludidos con los grupos rivales.