Las bebidas azucaradas más dañinas por excelencia, son las gaseosas o refrescos, como se les conoce popularmente.
Están catalogados como un producto riesgoso para la salud por todos los problemas que generan en el organismo causados por su ingesta.
Bebidas huecas
Este tipo de bebidas no poseen ningún valor nutricional, se ingieren calorías vacías que no aportan nutrientes esenciales. Contienen como ingredientes ácido fosfórico, cafeína, jarabe de maíz, sodio, potasio, colorantes y saborizantes, las cuales son sustancias que generan diversos problemas a la salud cuando se consumen con frecuencia y a largo plazo.
Argumentos científicos
Un estudio realizado por la Universidad de Harvard advierte sobre los peligros de ingerir dichas bebidas luego de analizar a hombres y mujeres con base en sus hábitos de consumo de refrescos carbonatados y no carbonatados, bebidas de frutas, bebidas energéticas y bebidas deportivas.
La investigación comprobó que estas bebidas, al ser la fuente más grande de azúcar agregada en la dieta de las personas, aumentaban su riesgo de muerte prematura por cualquier causa, y que, entre más refrescos, más altos son los peligros que enfrentan en términos de salud.
Los daños que causa su ingesta es directamente proporcional a los peligros que casusa en la salud; a mayor consumo mayores daños.
Sus efectos
El consumo frecuente de bebidas azucaradas está relacionado con:
- Obesidad.
- Diabetes tipo 2.
- Cardiopatías.
- Enfermedades renales.
- Enfermedad hepática no alcohólica.
- Ccaries dental.
- Gota.
Caso México
- En promedio, el 10% de la energía que los mexicanos consumimos proviene de bebidas azucaradas como refrescos y jugos industrializados; en el caso de los niños llega a ser hasta el 20%.
- Tal cifra contrasta con el límite permitido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que es menos del 10% de las calorías de la dieta diaria, incluyendo el azúcar que contienen alimentos como las frutas y cereales.
- En 2019, nuestro país ocupó el primer lugar entre los países con mayor número de consumidores de refresco con 163 litros al año por persona, 40% más que en Estados Unidos, quien ocupó el segundo lugar, con un consumo de 118 litros.