Ellos son los héroes que salvan de la muerte a miles de abejas en la CDMX

Abejas, avispas, hormigas, moscas, escarabajos, mariposas, colibríes y murciélagos están entre las especies que tienen la importante labor de transferir el polen a las plantas, un importante proceso del que depende la fertilización de las plantas, indispensable para la subsistencia de los ecosistemas y el éxito de la agricultura.

En entornos urbanos como el de la Ciudad de México (CDMX), la supervivencia de insectos, aves y otros polinizadores se dificulta. En el caso de las abejas, tienden a construir sus panales en casas, escuelas y otros espacios habitados, lo que lleva a la población a eliminarlas, por miedo y desinformación.

El temor a la picadura de estos insectos lleva a las personas a tomar medidas extremas en su contra, incluida la exterminación con productos químicos. Pero, ¿en verdad es necesario eliminar a las abejas? Los apicultores que forman parte de Salvando Abejas CDMX demuestran que no.

En entrevista con Infobae México, el fundador del proyecto explicó cómo, junto a un equipo de siete especialistas más, salvan a miles de abejas de la muerte. Se trata de Adrián Sánchez, egresado de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Salvando Abejas CDMX es una iniciativa que busca preservar a las abejas e impulsar la producción de miel en la capital mexicana. A los insectos que salvan de la muerte los llevan a un santuario en el centro de Milpa Alta.

El santuario está abierto al público en recorridos gratis en los que los apicultures detrás del proyecto explican a los visitantes acerca de las abejas y la producción de miel. La visita es una auténtica inmersión en el mundo de la apicultura en el que se siguen todas las medidas de seguridad.

“Realmente lo que queremos hacer es impulsar el campo, que vea la gente realmente cuánto trabajo nos cuesta llevarla desde el campo hasta la mesa”, dijo el fundador de Salvando Abejas CDMX.

El equipo muestra también el trabajo de reforestación que realizan para cuidar el hábitat de abejas de otro tipo y de otros animales.

En la zona en la que viven las abejas además hay cultivos de amaranto, olivo, nopales, entre otras especies, por lo que quienes se aventuren a conocer de cerca el proyecto pueden conocer también acerca de las actividades agrícolas en la capital.

El equipo de apicultores del que forma parte Adrián Sánchez atiende reportes de enjambres. Están capacitados para reubicar abejas sin importar qué tan inaccesible es el área en que construyeron su panal y en muchas ocasiones trabajan de noche, para evitar poner en riesgo a las personas.

Los expertos llegan al lugar donde está la colonia y habitualmente utilizan un embudo (instrumento hueco, ancho por arriba y estrecho por abajo, en forma de cono). Con este artefacto logran que las abejas entren voluntariamente a una caja de madera con bastidores que al interior tiene cera y miel, la cual funge como colmena.

“Las abejas al no poder volar muy bien siempre tienen que aterrizar y luego caminar, pero al momento de encontrarse con un embudo no pueden entrar a su colonia y lo que hacen es irse a una colmena que previamente pusimos”, explicó el fundador de Salvando Abejas CDMX.

El tiempo que toma el rescate no siempre es el mismo, depende de la complejidad del caso y del tamaño de la colonia. En ocasiones puede pasar hasta dos semanas antes de que las abejas entren al nuevo panal.

La situación se facilita si los expertos de Salvando Abejas CDMX localizan a la abeja reina, tal como explicó Adrián Sánchez, quien también detalló cómo la identifican:

“El tamaño es notorio, suele cambiar de color también. ¿Qué tan importante es? Realmente no es algo esencial, pero sí nos ayuda mucho el manejo, lo que hacemos cuando conseguimos a la reina, pues simplemente la atrapamos y la ponemos dentro de la de las colmena y así es como nos aseguramos de que el 100% de las abejas van a estar ahí adentro”.

Sin embargo, aunque el equipo está en disposición de atender todos los casos, incluso los difíciles, no siempre es posible debido a factores como la cantidad de abejas.

“No podemos llevarnos cien abejas porque se van a terminar muriendo, tenemos que llevarnos más de 10 mil para que por lo menos sobreviva una colonia”, sostuvo Adrián Sánchez.

Cuando la cantidad no es suficiente para garantizar su supervivencia, a quien hizo el reporte se le recomienda tomar una serie de medidas para evitar que la presencia de las abejas se convierta en un riesgo.

Por otra parte, si hay suficientes abejas de son de paso, es decir que no han establecido su panal ahí, Savando Abejas CDMX debe intervenir el mismo día en que reciben el reporte porque usualmente se quedan máximo 48 horas. Si no las encuentran hacen un monitoreo para descubrir a dónde fueron, pero es díficil localizarlas.

En todo caso Adrián Sánchez y resto del equipo hacen lo posible por lograr la reubicación de las abejas y por evitar su muerte.

La información sobre las visitas al santuario y otras actividades están en su perfil de Instagram (@salvando.abejas.cdmx), al que se puede acceder desde este enlace.

El éxito de la agricultura y la subsistencia de los ecosistemas naturales depende en gran parte de la polinización, un proceso que posibilita la fertilización. De hecho, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural estima que beneficia la propagación y producción de más del 60% de las plantas cultivadas.

Entre los polinizadores están las abejas. En México hay mil 826 especies, de acuerdo con la Revista Digital del Instituto de Información Estadística y Geográfica.

En cuanto a la población de estos insectos en el país, el Atlas Nacional de las Abejas y Derivados Apícolas señala que hasta 2018 la División Estadística de la FAO (FAOSTAT) tenía contabilizadas 2 millones 172 mil 107 de colmenas.

La misma fuente señala que en México 43 mil productores dependen de la apicultura, lo que posiciona al país como el tercer exportador de miel en el mundo, sólo por detrás de China y Argentina.