La crisis de violencia en México se recrudece día a día, actos aberrantes sufren miles de personas tanto mexicanos como migrantes de diversas nacionalidades que transitan por el país rumbo a Estados Unidos; robos, secuestros,violaciones, extorsiones son cosas menores, asesinatos, desmembramientos y desapariciones son ya una terrible cotidianidad.
Este fue el caso de Ivette, una mujer originaria de Reynosa, Tamaulipas, en una charla con el youtuber Gusgri relató lo vivido tras ser secuestrada por integrantes del Cártel del Golfo, quienes la tuvieron privada de su libertad alrededor de 15 días, en las que vio los horrores y la cruda verdad detrás de los miles de desaparecidos en México.
La historia transcurre el 11 de marzo del 2013, cuando la mujer estaba acompañada de su pequeña bebé de tres meses, alrededor de las 11 de la mañana fue sorprendida por sujetos armados dentro de su casa, quienes la subieron a un ana camioneta y se la llevaron con rumbo desconocido sin dejar rastro a los alrededores.
Fueron tres hombres los que ingresaron a su propiedad con lujo de violencia, uno estaba cuidando y otro le apuntaba con un arma a la hija Ivette, mientras que un tercero tenía amenazada a la mujer, quien estaba lavando trastes cuando vio tres camionetas que pasaban cerca de su domicilio.
El problema comenzó cuando le preguntaron sobre un automóvil que tenía estacionado al exterior, del cual le solicitaron las llaves y le cuestionaron su procedencia, a lo cual ella argumentó que era un regalo de su madre y que realmente no tenía mucho dinero como pudiera aparentar, mientras que le pedían datos de su padre, un empleado de una empresa de petróleo.
La madre de familia aseguró que le solicitaron que se fuera con ellos, pero cuando comenzó a hacer una maleta, pues su hija tenía apenas tres meses, le dijeron “que no iba de vacaciones”, por lo que la subieron a la unidad con lujo de violencia, mientras ella ya adentro cubría a la bebé con su cuerpo, que para ese entonces pesaba alrededor de dos kilos.
La mujer pudo identificar que se trataba de integrantes del Cártel de Golfo debido a que los chalecos contaban con la leyenda CDG, por lo que sabía a quién se estaba enfrentando y no tuvo otra opción más que ceder, al estar en peligro la vida de su recién nacida.
Declaraciones de la joven originaria de Reynosa, indican en ese tiempo, a los integrantes del Cártel de Golfo no se les pagaba debido a que se encontraban en medio de una guerra con su exbrazo armado, el cártel de Los Zetas, es por ello que optaron por invadir propiedades para robar objetos de valor a la ciudadanía, además de secuestrar y exigir rescate, así es como se financiaban.
Ivette asegura que se dio cuenta del conflicto debido a que cuando la tenían secuestrada los miembros no tenían dinero y estaban molestos ya que tenían que comprar comida para los secuestrados, es por ello que no solo ella era la víctima, pues hacían lo mismo en diferentes colonias de Reynosa.
Presuntamente, quien estaría detrás de la privación ilegal de la libertad de la mujer y su hija, era un hombre identificado como ‘El Comandante Toro’, quien estaría organizando secuestros masivos para tener ingresos para sus próximas operaciones.
En ese lapso, la mujer les pedía que llevaran a su hija al hospital debido a que presentaba problemas estomacales y fiebre, producto de una leche que no le cayó bien, sin embargo, los delincuentes se lo negaron pues tendrían conflicto con su jefe, pero al final terminaron por acceder pero con la condición de que uno de los sicarios se hiciera pasar por el padre de la bebé para no crear sospechas.
Ya en el hospital le dijo a una de las empleadas que la tenían secuestrada; sin embargo la empleada minimizó el hecho por miedo a que le hicieran daño, por lo que continuó privada de su libertad, incluso pudo avisarle a su familia (debido a que escondió un celular en un pañal sucio) dónde estaba pero que no deseaba que la buscaran ya que sabía que los matarían.
La joven mencionó que durante ese tiempo le tocó presenciar cómo los miembros de la organización criminal asesinaban a algunos de los secuestrados de las maneras más horrendas.
“Ellos tenían en una bodeguita, tenían muchos líquidos de los de 20 litros y ya con esos preparaban a los tanques de 200 litros y le decían a la gente que se encuerara, se quitaban la ropa y así como se la quitaban, la pasaban detrás de las caballerizas, yo no veía como les quitaban la vida, pero ya veía yo como los metían en estos tanques... los metían por partes, descuartizados”, narró Ivette quien además describió que también vio el cruel destino de mujeres y hasta niños.
Fue entre el 18 y 19 de marzo, cuando la joven fue liberada, al ser uno de los momentos más extraños, pues se pudo contactar con ‘El Comandante Toro’, quien estaba enterado de su caso y le solicitó que se la entregara bañada y al final salió corriendo debido a que los sicarios le pidieron que se fuera y ya no volvió a saber nada de ellos.