Las Lomas de Chapultepec es una de las zonas de la Ciudad de México más acaudaladas, pues ahí viven las personas con más dinero de la capital, e incluso, del país. Para darnos una idea, la persona más rica de toda Latinoamérica, Carlos Slim Helú, quien posee una fortuna de más de USD 100 mil millones, tiene su residencia en esa zona.
La historia de las Lomas de Chapultepec, como actualmente se conoce, se remonta a 1921. Esta colonia, que se ubica al sur poniente de la capital, se distinguió desde sus inicios por ser una colonia diferente en su trazo a las que se habían hecho en la CDMX hasta esa fecha.
El arquitecto José Luis Cuevas propuso, para las Lomas de Chapultepec, un modelo de calles onduladas con secciones generosas, banquetas amplias, lotes grandes, con restricciones que obligaban a separar las construcciones de los colindantes y del alineamiento.
Poco a poco, por 20 años, se fue urbanizando, y fue hasta el año 1945 cuando se completó el faltante correspondiendo a la parte alta de avenida Reforma, y toda el área de Palmas. La colonia se mantuvo como una zona tranquila, con poco tránsito, hasta 1964 cuando se abrió el puente de Monte Líbano y con ello a desarrollos con el Estado de México.
En la década de los años 70 se dio permiso de lotificar Bosques de las Lomas, un fraccionamiento que en ese entonces duplicaba el área de las Lomas de Chapultepec, y que canalizaba todo su tráfico por la avenida Reforma. Con esto se alteró de manera importante las condiciones ambientales.
Para 1980 se inició la última de las etapas de crecimiento hasta la fecha, con la creación del desarrollo inmobiliario Santa Fe, a lo largo de la nueva carretera de cuota a Toluca.
Cabe destacar que, cuando nació la colonia, no se llamaba como actualmente se le conoce, sino que llevaba por nombre Chapultepec Heights, sin embargo, en 1924, el presidente Plutarco Elías Calles no permitió ese nombre, pues estaba prohibido el uso de palabras extranjeras en rótulos, por lo que se tuvo que cambiar a Lomas de Chapultepec.
Entre los primeros compradores de propiedades en esta zona estuvieron el mismo José Luis Cuevas, Antonio Rivas Mercado, creador de la columna de Independencia, y Martín Luis Guzmán, dueño del periódico El Mundo, a quien se le permitió pagar la mitad del predio en efectivo y la mitad publicitando los terrenos en su periódico.