En la Ciudad de México, conocida por su densidad poblacional de 9.2 millones de habitantes según datos del INEGI en 2020, manejar se considera un verdadero desafío que exige no solo habilidad al volante sino también inteligencia emocional. La complejidad del tránsito en esta metrópoli es una realidad con la que los conductores deben lidiar cotidianamente, en un entorno donde la convivencia vehicular es regulada por el Reglamento de Tránsito para promover la seguridad y el orden en las vías. Pero si desconoces cuál es la multa a la que puedes ser acreedor si no utilizas tus direccionales, aquí te contamos todo.
Dentro de las normativas que los conductores deben observar, una de las más fundamentales, y a menudo pasada por alto, es el uso correcto de las direccionales. Este elemento es crucial para comunicar las intenciones de movimiento y cambios de carril a los demás usuarios de la vía.
De acuerdo con el Capítulo 2, artículo 8, fracción IX del Reglamento de Tránsito, “los conductores de todo tipo de vehículo deberán indicar la dirección de su giro o cambio de carril, mediante luces direccionales”.
¿De cuánto es la multa por no hacer uso de estas medidas de precaución?
El incumplimiento de esta disposición no solo constituye una falta a las normas de tránsito, sino que también acarrea sanciones económicas. Las multas establecidas por no usar las luces direccionales pueden oscilar entre 5, 7 o 10 Unidades de Medida y Actualización (UMAs), dependiendo de la gravedad de la infracción. Con el valor de la UMA establecido en 108.57, las multas ascienden a 542.85, 759.99, 759.99 y 1,085.70, respectivamente.
Además, el conductor enfrentará la deducción de tres puntos de su licencia de manejo, lo que podría implicar la necesidad de tomar cursos de educación vial o realizar servicio comunitario en caso de una puntuación baja en la licencia.
Esta medida busca reforzar la importancia de las prácticas de conducción seguras y respetuosas en la Ciudad de México, incentivando a los conductores a adherirse a las normativas viales para facilitar una mejor interacción entre todos los usuarios de las calles y avenidas de esta gran urbe.
La intención es clara: fomentar una cultura de responsabilidad y precaución al volante que contribuya a reducir accidentes y mejorar la fluidez del tráfico en una de las ciudades más concurridas del mundo.