El 26 de enero de 2011 un comando llegó hasta la puerta de la casa de Celso Ortega Rosas y le disparó en al menos cinco ocasiones, su cuerpo quedó tendido en la calle pero no murió ahí sino en un hospital de Tlanicuilulco, ubicado al Este de Chilpancingo, Guerrero; su apodo era “El Ardilla” y era padre de los hermanos Bernardo, Jorge Iván y Celso Ortega Jiménez, los dos últimos señalados como los principales líderes de “Los Ardillos”, uno de los grupos criminales culpables de la ola de violencia en la entidad y a quien han señalado de vínculos con integrantes de Morena.
La organización de “Los Ardillos” estuvo en todos los medios nacionales cuando se difundió un video de la reunión de Celso Ortega Jiménez con la alcaldesa de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández, quien primero desmintió la grabación y luego reconoció que era real pero “alterada”: “fue algo fortuito”, dijo la alcaldesa y pidió esperar a la investigación de la Fiscalía General de la República (FGR) para desmentir que se tratara de un pacto político-criminal. La reunión habría ocurrido en julio de 2023 en la comunidad de San Martín, municipio de Quechultenango.
Seis meses más tarde, el nombre de Celso volvió a ser noticia nacional al aparecer en una entrevista para el portal Latinus, en donde hablaba de la presunta entrega de dinero para la campaña del presidente Andrés Manuel López Obrador en 2006; en ese entonces el actual jefe de “Los Ardillos” operaba -según sus propias palabras- para el Cártel de Los Zetas, aunque los reportes periodísticos de la época vinculan al grupo criminal como una escisión de los Beltrán Leyva.
Una vez más el nombre de “Los Ardillos” saltó a las páginas de los medios nacionales por la violencia que se desató en Chilpancingo y que provocó una paralización de varios días a consecuencia de los enfrentamientos con “Los Tlacos”; el fin del conflicto llegó a mediados de febrero cuando los líderes de ambos grupos en la región llegaron a un “pacto de no agresión” y “respetar” los territorios de los rivales. Las extorsiones no terminaron, pero la violencia bajó.
“Los Ardillos”, del PRD a Morena
Ortega Rosas, el padre de “Los Ardillos”, tenía 65 años cuando lo asesinaron; en ese entonces el líder perredista de Guerrero, Misael Medrano Baza, condenó el crimen contra el papá del exalcalde de Quecultenango, Bernardo Ortega Jiménez, y desconoció si el ataque tenía como trasfondo un conflicto político por el momento electoral de la época.
Además de alcalde de Quecultenango, Bernardo ha sido y es actualmente diputado local por el PRD, y según sus declaraciones realizadas en julio de 2023, tiene al menos 15 años sin contacto con sus familiares, “cuyas actividades se han apartado del marco legal”, indicó.
De ser ciertas las palabras del diputado perredista, incluso en la muerte de su padre no vio a sus hermanos, de los cuales Celso habría sido detenido en 2008 acusado por el asesinato de dos agentes federales y cuyos cuerpos fueron encontrados en agosto de 2007.
En su entrevista para Latinus, Celso Ortega Jiménez no mencionó a su hermano, tampoco su detención, ni la alianza que los Beltrán Leyva y Los Zetas forjaron en la Tierra Caliente de Guerrero y Michoacán después de la separación de los primeros con el Cártel de Sinaloa (2008); de lo que sí habló fue de presuntos pactos político-electorales con Morena para “poner” diputados y presidentes municipales en la región en el marco del proceso electoral de 2021, el mismo año en el que asumió la gubernatura de Guerrero Evelyn Salgado Pineda, de cuya familia se presumen otros acuerdos con el crimen organizado.