Con palos, lonas y tubos, grupos criminales improvisaron campamentos en los límites entre Zacatecas y Jalisco para utilizarlos en labores de halconeo, donde se decomisaron armas de fuego, ropa táctica, víveres y utensilios para preparar alimentos.
Los campamentos estaban ubicados en la zona alta de los poblados Potrero Gallegos, Zacatecas, y El Zollate, Jalisco, justo en la frontera entre los municipios de Valparaíso y Huejuquilla, una de las regiones clave en la ruta de las drogas desde las costas del Océano Pacífico al estado de Texas, Estados Unidos.
Su desmantelamiento ocurrió tras un patrullaje de la Guardia Nacional por la región, descubriendo que los narcocampamentos eran utilizados para pernoctar y puntos de vigilancia y observación.
Al asegurar el lugar se descubrieron un fusil de asalto, tres cargadores y 583 mil de cartuchos útiles de diferentes calibres, presuntamente utilizados por uno de los grupos criminales que se disputan el control de la plaza, siendo los principales el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa.
De acuerdo con el Secretario de Seguridad Publica de Zacatecas, Ricardo Sánchez Beruben, los aseguramientos forman parte de los trabajos de seguridad en la región limítrofe entre Nayarit, Durango, Zacatecas y Jalisco, “donde tenemos un trabajo de manera permanente en conjunto con la Guardia Nacional, Ejército Mexicano y la Policía Estatal”.
De manera extraoficial se reportó que las vestimentas halladas en los narcocampamentos tenían borbadas las siglas del CJNG; hasta el momento y pese al operativo de seguridad para cercar la región, no se reportaron personas detenidas
Narcocampamentos con paneles solares
El pasado 19 de febrero elementos del Ejército Mexicano, Guardia Nacional y la Fuerza de Reacción Inmediata de la Secretaría de Seguridad Pública de Zacatecas desmantelaron tres narcocampamentos en la sierra de Tepetongo.
En la región encontraron diversas armas de fuego, cargadores y más de mil cartuchos útiles en la zona que colinda con el municipio de Colotlán, Jalisco, en una de las regiones donde se han registrado más robos de vehículos con violencia y más víctimas de desaparición forzada.
Contrario a los campamentos desmantelados en Zacatecas, en Caborca, Sonora, el Ejército Mexicano descubrió puntos de vigilancia del Cártel de Sinaloa que estaban equipados con paneles solares, antenas de televisión y comida para varios días.
El punto de vigilancia estaba ubicado en una de las zonas más altas de Caborca, un municipio en disputa entre las facciones del Cártel de Sinaloa comandadas por Ismael El Mayo Zambada y Los Chapitos contra el grupo criminal dirigido por Rafael Caro Quintero.
Conviene recordar que Caborca está ubicado en la ruta del pacífico para el tráfico de drogas y se le considera como el primer punto de entrada de la droga hacia Estados Unidos por los estados de Arizona y California.
Al igual que los campamentos de Zacatecas y Jalisco, su ubicación y su utilidad estaban destinados a detectar las operaciones de grupos rivales y de las autoridades.
Entre los principales grupos que operan en la región se encuentran Los Fantasmas, un grupo de sicarios que trabaja bajo el mando de Los Cazadores, célula que responde a Iván Archivaldo Guzmán Salazar, presunto líder de Los Chapitos y por quien Estados Unidos ofrece una recompensa de hasta 10 millones de dólares por información que lleve a su detención.