Cómo se formó el Cuexcomate, “hijo” del Popocatépetl y considerado el volcán más pequeño del mundo

El Cuexcomate es conocido como el volcán más pequeño del planeta y se ubica en Puebla

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Cuexcomate es considerado el volcán más pequeño del mundo. (X/@Lycaones)
Cuexcomate es considerado el volcán más pequeño del mundo. (X/@Lycaones)

El Cuexcomate, situado en la ciudad de Puebla, México, es reconocido como el volcán más pequeño del mundo.

Con una altura de aproximadamente 13 metros y un diámetro de cráter de 23 metros, este cono volcánico se ha convertido en un punto de interés tanto para científicos como para turistas. Su formación se remonta a una erupción en 1064 D.C., relacionada con la actividad del cercano Popocatépetl, uno de los volcanes más activos de México.

A pesar de su denominación común como volcán, algunos expertos argumentan que el Cuexcomate es más bien un géiser o una fuente hidrotermal solidificada. Esta distinción se debe a que nunca ha presentado actividad eruptiva propiamente dicha.

(Gobierno de Puebla)
(Gobierno de Puebla)

Sin embargo, su estructura volcánica y su origen relacionado con procesos geológicos de vulcanismo lo mantienen clasificado dentro de la categoría de volcanes para fines didácticos y turísticos.

Su leyenda

El Cuexcomate guarda en su historia diversas leyendas que han sido transmitidas a lo largo de generaciones. Una de las más destacadas relata cómo los antiguos pobladores consideraban al volcán como la puerta al inframundo. Creían que al arrojar objetos o incluso personas dentro del cráter, estos serían enviados directamente al más allá. Esta y otras historias han dotado al Cuexcomate de un místico halo de misterio, aumentando su atractivo.

El Cuexcomate es frecuentemente referido como “el hijo” del Popocatépetl e Iztaccíhuatl, una denominación que se fundamenta en la rica mitología y conexión geológica entre estos formaciones. La historia y formación del Cuexcomate están intrínsecamente vinculadas a la actividad del Popocatépetl, un volcán activo que, junto con el Iztaccíhuatl, forma parte de la cordillera que atraviesa la región central de México. La relación entre ellos es un reflejo de la interacción entre las fuerzas naturales que han modelado el paisaje mexicano a lo largo de miles de años.

El origen del Cuexcomate se asocia con un periodo de intensa actividad del Popocatépetl. Durante esta fase, la expulsión de materiales volcánicos y la actividad sísmica asociada habrían contribuido a la formación de este pequeño cono.

Qué esconde dentro

Al interior del Cuexcomate. (X/@mxrutamagica)
Al interior del Cuexcomate. (X/@mxrutamagica)

En la actualidad, el volcán es accesible a través de una escalera que permite a los visitantes descender a su interior. Esta característica lo convierte en una experiencia única para los amantes de la naturaleza y la geología. Además, su ubicación en la zona urbana de Puebla facilita su acceso y lo integra como un elemento significativo del patrimonio cultural y natural de la ciudad.

Dentro del Cuexcomate, los visitantes pueden encontrar un entorno particularmente interesante que se distingue por sus características geológicas únicas. Al descender por la escalera instalada para facilitar el acceso al interior del cráter, se revela un espacio que, si bien es pequeño, ofrece una perspectiva rara vez accesible en otros volcanes.

El interior se caracteriza por sus paredes de roca, formadas a partir de la acumulación y solidificación de materiales expulsados durante su origen asociado con la actividad del Popocatépetl. Estas paredes presentan diversas texturas y colores que ofrecen una cátedra visual sobre los procesos vulcanológicos que dieron forma al Cuexcomate. Se pueden observar capas de escoria y otros materiales volcánicos que narran la historia geológica del lugar.

El Cuexcomate tiene una altura de 13 metros.  (X/@yosoypueblacom)
El Cuexcomate tiene una altura de 13 metros. (X/@yosoypueblacom)

En el fondo del cráter, suele haber acumulación de agua, resultado de las filtraciones naturales y las precipitaciones que se recogen en esta cavidad. La presencia de agua contribuye a un microecosistema específico, donde pueden prosperar ciertas formas de vida adaptadas a estas condiciones, aunque el ambiente es mayormente árido y no propenso a una biodiversidad amplia.

Es importante mencionar que el Cuexcomate, a pesar de su apariencia y denominación como volcán, no presenta actividad geotérmica, por lo que no se encuentra calor o emanaciones gaseosas como podría esperarse en otros volcanes activos o inactivos. Esto permite que su exploración sea segura para los visitantes, ofreciendo una experiencia educativa valiosa sobre la vulcanología sin los riesgos asociados a los volcanes activos.

El Cuexcomate no solo es un testigo silencioso de la historia geológica de México, sino también un protagonista en las leyendas y el imaginario colectivo de los pobladores de Puebla. Su pequeño tamaño contrasta con la gran fascinación que despierta entre quienes lo visitan, recordándonos que la naturaleza guarda maravillas en todas sus dimensiones. Este volcán sigue siendo un importante símbolo del patrimonio natural mexicano, ofreciendo a sus visitantes una ventana a las profundidades de la tierra y a las historias que la rodean.

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