Los gemelos Margarito y Pedro Flores fueron en su momento unos de los traficantes de droga más destacados de Chicago, debido a su conexión con las esferas más altas del narcotráfico en México. Ambos operaron para el Cártel de Sinaloa, pero ahora han cambiado de bando y se dedican a enseñar a autoridades policiales de Estados Unidos (EEUU) cómo atrapar a los miembros del crimen organizado.
La carrera delictiva de los gemelos vio su fin el 30 de noviembre de 2008, cuando se entregaron a las autoridades estadounidenses e ingresaron a prisión preventiva. Previo a ello, Pedro y Margarito trabajaron con la Administración de Control de Drogas (DEA) para entregar informes sobre el modus operandi del Cártel de Sinaloa.
A lo largo de nueve meses filtraron información a los agentes antidrogas mientras seguían en contacto con los jefes y líderes del Cártel de Sinaloa, incluido Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, capo mediante el cual conseguían cocaína para su respectiva distribución en EEUU.
Algunos de los datos aportados por los mellizos se utilizaron en la acusación formal de más de 50 traficantes. Durante el juicio de ‘El Chapo’ en Nueva York (realizado entre diciembre de 2018 y febrero de 2019) se presentó el audio de una conversación telefónica que los gemelos Flores sostuvieron con el capo sinaloense, la cual tenía que ver con un cargamento de heroína.
Esa sería una de las tantas pruebas que llevaron a que Joaquín Guzmán Loera (antiguo socio de los gemelos) fuera condenado a cadena perpetua más 30 años de prisión en EEUU, debido a su involucramiento en el tráfico de drogas.
Se estima que los hermanos Flores traficaron más de 60 toneladas de heroína, cocaína y metanfetamina en Canadá y EEUU, en ciudades como Nueva York y Chicago, la ciudad que los vio nacer.
La infancia de los gemelos Flores
Los hermanos nacieron en Little Village, Chicago, en 1981. Su padre era originario de Zacatecas (México) y estaba involucrado en el tráfico de drogas. Antes de que su madre diera a luz, su progenitor fue encarcelado por poseer 11 kilogramos de heroína.
Pero no era el único miembro familiar en participar en actos criminales. Uno de sus hermanos mayores —cuya identidad se ha mantenido bajo reserva— era integrante de una pandilla conocida como Latin Kings, según contó Margarito al periodista Ioan Grillo, en una entrevista publicada en el portal Crash Out Media el pasado 23 de febrero.
Cuando tenían siete años de edad, su padre los llevó de viaje a territorio zacatecano para que realizaran su primera venta de marihuana y los instruyó en el ámbito del narcotráfico. A partir de entonces, los gemelos no se alejaron del mundo criminal y con el paso del tiempo escalaron de rango.
Cuando cumplieron 12 años, su padre huyó a México, por lo que los mellizos tuvieron que regresar a Chicago. Luego de que su hermano mayor fue arrestado por su pertenencia a los Latin King, Margarito y Pedro optaron por hacer sus propios negocios.
A sus 17 años, los gemelos comenzaron a traficar cocaína y tres años después movían una tonelada mensualmente, lo que les dejaba ganancias millonarias. Para esa fecha, los hermanos lograron contactarse con representantes del Cártel de Sinaloa en Chicago. Pese a ello, se consideraban a sí mismos como “hombres de negocios”, pues incluso Margarito realizó estudios de bachillerato y Pedro cursó un par de semestres en la Universidad.
‘El Chapo’ Guzmán, Ismael ‘El Mayo’ Zambada y Arturo Beltrán Leyva fueron algunos de los narcos mexicanos con quienes mantuvieron relaciones. Pero debido a la guerra generada entre estos miembros delincuenciales, los gemelos optaron por ser informantes de la DEA a cambio de obtener una sentencia reducida.
En 2008 los hermanos Flores se entregaron a las autoridades y en enero de 2015 fueron condenados a 14 años de prisión. Para 2021, Margarito y Pedro se encontraban en libertad, gracias a su cooperación con la DEA y la traición a ‘El Chapo’. Ahora, se dedican a instruir a agentes policiales sobre el funcionamiento interno de los cárteles de la droga.