Una de las civilizaciones prehispánicas más importantes de nuestro país es, sin duda, los aztecas. De hecho, una leyenda de esta estirpe inspiró el Escudo Nacional que hoy adorna la Bandera de México: el águila devorando la serpiente y posada sobre un nopal.
Los aztecas llegaron al centro de México y fundaron la Gran Tenochtitlán, la metrópoli Mesoamericana más emblemática de la historia del país, el punto de giro entre dos periodos históricos sumamente significativos, y también una fuente de cultura y tradiciones que hasta hoy en día forma parte de nuestra identidad como mexicanos.
No obstante, aunque los aztecas fueron quienes se instalaron en la lacustre zona del país donde hoy se levanta el centro de la Ciudad de México, éstos adoptaron una nueva identidad propia, convirtiéndose en los primeros mexicas, la última gran civilización de la historia que, miles de años después, se enfrentaron a Hernán Cortés y los españoles.
Y es que se cuenta que los mexicanos que llegaron a Tenochtitlan seguían las ordenes del dios Huitzilopochtli, que les había hablado de una tierra prometida. Estos mexicanos (por entonces llamados aztecas) salieron de una ciudad, que hasta hoy en día se considera perdida, y que llevaba el nombre de Aztlán.
Esta leyenda demuestra la riqueza cultural con la que contamos los mexicanos, gracias al pasado prehispánico de gran valor histórico que nos ha definido como nación en otras partes del mundo. Año con año, millones de turistas extranjeros visitan nuestro país únicamente con el objetivo de empaparse de nuestra cultura.
Aztlán podría existir y se encuentra en este lugar
Aztlán es considerado el lugar de origen mítico de los aztecas. De acuerdo con la tradición, Aztlán está ubicado en algún lugar al noroeste de México, aunque su ubicación exacta es desconocida y sujeta a diversas interpretaciones.
Según la mitología azteca, los mexicas partieron de Aztlán en un peregrinaje que los llevó finalmente al Valle de México, donde fundarían Tenochtitlán, la capital del Imperio Azteca, en el siglo XIV. Aztlán juega un papel crucial en la cosmovisión y la identidad azteca, simbolizando el inicio de su civilización y su conexión espiritual con la tierra de origen.
Aunque oficialmente no se ha encontrado la ancestral metrópoli de donde salieron los aztecas, algunos historiadores y entusiastas de las anécdotas prehispánicas ubican en una isla de Nayarit el sitio donde antaño se alzaba Aztlán, pues cumple con las características descritas por viejas crónicas.
Mexcaltitán es una pequeña isla ubicada en el estado de Nayarit, en el occidente de México. A menudo referida como la “Venecia Mexicana” debido a sus canales que se inundan durante la temporada de lluvias, transformando las calles en canales navegables, esta isla ha sido objeto de diversas investigaciones por su posible relación con Aztlán, el lugar mítico de origen de los mexicas.
El lugar es conocido por su disposición circular, la cual facilita la interpretación de que pudo haber sido un centro ceremonial o un asentamiento importante en el pasado. Aunque no existe una confirmación definitiva de que Mexcaltitán sea Aztlán, la isla posee un importante valor cultural e histórico.
Es reconocida por su arquitectura peculiar y su significado en la historia prehispánica de México. Además, Mexcaltitán es un sitio de interés turístico y patrimonial, atrayendo visitantes interesados en la riqueza cultural de la región. La isla también celebra tradiciones únicas que reflejan la fusión de influencias prehispánicas y contemporáneas, como la fiesta de San Pedro y San Pablo, que atrae a numerosos visitantes cada año.