Quiénes son “Los Rivera”, el cártel que conquistó Acapulco

Cuando El Chapo Guzmán estaba preso en Almoloya y Puente Grande, “Los Rivera” ayudaron a su hermano “El Pollo” a controlar la plaza de Acapulco, Guerrero

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Acapulco ha sido ocupado por
Acapulco ha sido ocupado por organizaciones criminales que aprovecharon la infraestructura del puerto para mantener sus negocios ilícitos. (Infobae México/Jovani Pérez)

Mientras Joaquín El Chapo Guzmán se encontraba recluido en los penales de Almoloya y Puente Grande, su hermano Arturo “El Pollo” tomó las riendas de la facción del Cártel de Sinaloa que le correspondía a su familia, para lo cual fue ayudado de “Los Rivera”, una familia de capos que se instaló en Acapulco, Guerrero y levantó uno de los imperios más grandes del narco.

El Puerto de Acapulco vivía su época dorada de la mano del narco que controlaba discotecas y bares al mismo tiempo que gobiernos y policías municipales; los lugares de moda como el mítico Baby’O eran frecuentados por personalidades de la talla de Luis Miguel y por capos como “El Pollo” Guzmán Loera.

En esa época dorada de Acapulco -tiempos del Acafest-, Rosita, una masajista del Spa Acapulco Palace, atendió a un sinaloense Elegante de 1.90 metros de altura y que usaba un bigote delgado; al terminar su servicio, su compañera le dijo que se trataba de un narco, de los “dueños de la bahía”: “Los Rivera”.

Las visitas del hombre Elegante se hicieron frecuentes y Rosita no tardo en darse cuenta de la vida criminal de su cliente; tampoco tardó en saber que en realidad se llamaba Héctor, de apellidos Beltrán Leyva y que su clave era “El H”.

Según el libro 'Las señoras
Según el libro 'Las señoras del narco' de Anabel Hernández, la conductora por aquel entonces no gozaba de un trato preferencial. (Imágenes: Instagram)

“Los Rivera” y los Beltrán Leyva

En el libro “Las Señoras del narco: amar en el infierno”, la periodista Anabel Hernández relata la historia de Celeste (Rosita), una mujer que convivió de cerca con el narco de Acapulco, en específico con Arturo Beltrán Leyva, alias “El Botas Blancas” o “El Barbas”.

La historia de Rosita se ubica en el cambio de milenio, los años en que El Chapo Guzmán estaba preso y aún no se desataba la guerra con los Beltrán Leyva, lo que marcó el fin de la llamada Federación.

No hay relación exacta del porque los hermanos Arturo, Alfredo y Héctor tomaron el apodo de “Los Rivera”, pero todo Acapulco así los conocía; incluso les permitió realizar eventos sociales, fiestas, desfiles de moda, conciertos y un largo etcétera al que asistieron celebridades de la televisión y el deporte nacional.

Hay pocos nexos de los Beltrán Leyva con el apellido Rivera, sin embargo, en 2009 la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) detuvo en Cancún, Quintana Roo, a Rubén Rivera Ramírez, operador de los hermanos y responsable de delitos de secuestro y delincuencia organizada. Lo sentenciaron a 81 años de prisión.

'El Imperio de Los Beltrán
'El Imperio de Los Beltrán Leyva', el narcocorrido de 'Los tres caballeros' (Infobae)

Dueños de Acapulco

En el trabajo periodístico de Hernández se da cuenta de una larga lista de actrices, actores, futbolistas y cantantes que tuvieron una relación, ya sea laboral, de amistad o romántica, con el Cártel de los Beltrán Leyva.

Dichas relaciones se consolidaron, en parte, gracias al Acafest, pero se terminaron con la cancelación de éste en 2005, apenas unos años antes de que la guerra con el Cártel de Sinaloa estallara; aunque se a firma que las relaciones ya se habían tensado después de que El Chapo Guzmán escapara de la cárcel en 2001.

Pero los nexos de los Beltrán Leyva no se quedaron en el ámbito del espectáculo, otras investigaciones periodísticas apuntan a vínculos entre gobernantes municipales y estatales en los años de gloria del puerto. Entre esas relaciones destaca la conexión entre Evelyn Salgado -gobernadora de Guerrero e hija del senador de Morena Félix Salgado Macedonio- con un hijo de “El Abulón”, presunto operador financiero de Clara Elena Laborín Archuleta, esposa de “El Elegante” o “El H”.

El cliente de Rosita se ganó su confianza y luego su amistad, le daba regalos a ella y a su hijo; luego conoció a “El Pollo” y más tarde a “El Barbas”, con quien procreó un hija.

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