El Metro de la Ciudad de México es quizás el medio de transporte más importante de toda la capital del país. Su construcción fue un antes y un después para la movilidad de los habitantes del entonces llamado Distrito Federal.
Hoy en día, el Sistema de Transporte Colectivo (Metro) sigue siendo la forma más ocupada por los capitalinos para transportarse y además es un ícono de la ciudad. Fue en junio de 1967 cuando la obra civil más importante de la capital comenzó a levantarse, y en septiembre de 1969 cuando por fin abrió sus puertas a los usuarios.
El primer tramo del metro que comenzó a construirse fue la que hoy corresponde a la Línea 1, que va de Pantitlán a Observatorio; sin embargo, por aquél entonces la línea comenzaba en la estación Zaragoza y terminaba en Chapultepec.
Una de las últimas estaciones de la Línea 1 es Insurgentes, misma que hoy en día es transitada por cientos de miles de personas y que conecta el metro con importantes puntos de la ciudad, como Zona Rosa y Paseo de la Reforma. Por supuesto, la estación es conocida por su icónica glorieta.
La Glorieta de Insurgentes: entre grúas y material
Gracias a la página web del Gobierno de la Ciudad de México hoy podemos ver diversas fotografías de cómo lucía el Metro antes de que fuera funcional y recibiera a los ciudadanos de la capital. En una de las fotos proporcionadas por el sitio se puede ver los primeros cimientos de la que hoy conocemos como la Glorieta de los Insurgentes.
En la imagen se logra apreciar más de una grúa trabajando, el contorno de la glorieta y, también, una primera fase de la cúpula que hoy resguarda la entrada a las taquillas del metro.
La icónica glorieta hoy es un emblema de la capital del país, pues es punto de reunión de miles de personas, el lugar donde vendedores ambulantes trabajan todos los días e, incluso, donde llega una de las principales estaciones del Metrobús, otro de los medios de transporte más populares de la Ciudad de México.
Es bien conocido el símbolo de la estación Insurgentes del Metro: una campana encima del clásico fondo color rosa. Por supuesto, este elemento se refiere al llamado que en 1810 hizo Miguel Hidalgo para reunir a los pobladores en la parroquia de Dolores, dando así inicio al movimiento independentista que nos hizo libres de España.
El Metro casi no se construye por esta razón
La puesta en marcha de la construcción del Metro se consideró un desafío monumental por el gobierno de la ciudad debido a las condiciones adversas del subsuelo y la ubicación sísmica que ya entonces era preocupante en la capital.
Sin embargo, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) junto a unos 700 especialistas en diversas disciplinas, llevaron a cabo los estudios pertinentes que garantizaron la viabilidad del proyecto. Este equipo multidisciplinario no solo se enfocó en aspectos técnicos, sino también en el impacto ambiental, urbano y económico que tendría la construcción del Metro en la ciudad.
Tras 27 meses de obra, el primer tramo del Metro fue inaugurado, y hoy, la red del Metro abarca 226 kilómetros y 195 estaciones, facilitando el transporte de más de 5 millones de usuarios diariamente. La expansión de la red a 12 líneas ha solidificado al Metro de la Ciudad de México como la columna vertebral del transporte público en la capital, demostrando ser esencial para la movilidad y el desarrollo urbano.