Luego de enterarse del asesinato del agente de la DEA, Enrique ‘Kiki’ Camarena, Ernesto Fonseca Carrillo, ‘Don Neto’, estalló en contra de su pupilo Rafael Caro Quintero, quien a modo de burla le comentó que ya no le podía responder, pues estaba agonizando.

Fue tanto su odio y desesperación que para no irse a los golpes con ‘El Príncipe’ tomó la decisión de salir del domicilio, sin embargo, después lo siguió su aprendiz a quien le dijo una serie de palabras que terminaron en conflicto.

Fue entonces que ambos decidieron desenfundar sus armas, sin embargo, ambos la pensaron antes de jalar el gatillo, por su parte ‘Don Neto’ se sentía desprotegido al estar en casa de Rafael, mientras que por la otra parte había respeto hacia el líder de la organización criminal.

“Fonseca Carrillo estaba tan molesto que antes de agarrar a golpes a su pupilo prefirió calmarse y salió un momento al patio del campamento, no podía creer lo que estaba sucediendo, sobre todo porque enfáticamente le había encargado a Caro Quintero que no le hicieran daño a Camarena ‘¡usted la parió, usted la cría!’, dijo Fonseca enardecido mirando a la cara de Rafael, ‘yo no tengo en esto ninguna responsabilidad, ¡no la friegue compadre! en esto estamos juntos’, reclamó Caro Quintero, la discusión fue subiendo de tono hasta que ‘Don Neto’ y ‘El Príncipe’ desenfundaron las armas”, narró la periodista Anabel Hernández en su libro, ‘Los Señores del Narco’.

Y es que Caro Quintero no estaba solo, pues tenía la compañía de por lo menos 20 escoltas, mientras que a su maestro en tráfico de droga, solo lo acompañaban su lugarteniente Samuel Ramírez Razo y el licenciado Javier Barba, era más que obvio quien ganaría si se enfrentaban a balazos.

“Caro Quintero estaba en su casa custodiado por 20 escoltas, mientras que a ‘Don Neto’, lo acompañaba su lugarteniente Samuel Ramírez Razo y el licenciado Javier Barba, no había que ser muy listo para saber quién iba a perder, así que ‘Don Neto’ abandonó la casa y se perdió en las calles de la Perla Tapatía”, se lee en el libro de Anabel Hernández.

En la charla previa al intento de enfrentamiento armado, el señor Ernesto le decía a Rafael que él se haría responsable, que no tenía nada que ver, mientras que él le decían que estaban junto en el negocio, por lo que ambos tenían que responder a las autoridades.

‘Don Neto’ sabía que su carrera en el tráfico de drogas estaba por terminar, pues entre los acuerdos con las autoridades estaba el no matar policías, menos si eran de Estados Unidos.