Este martes, el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció la capacidad de operación de Los Tlacos y Los Ardillos, dos grupos criminales responsables de la creciente ola de violencia en Guerrero. No obstante, responsabilizó a los gobiernos anteriores de haberles permitido “echar raíces”.
Durante la conferencia de prensa matutina de este 20 de febrero, el mandatario federal fue cuestionado sobre el reciente acuerdo al que llegaron ambas bandas criminales, en el que se determinó que cesarán la violencia en Chilpancingo y respetarán las actividades de cada uno.
―”¿Qué está pasando, por qué tiene que haber un acuerdo entre las bandas criminales y no se puede poner un alto desde el ejercicio de la autoridad?”, cuestionó un reportero en Palacio Nacional.
Al respecto, el líder del Ejecutivo aseguró que su administración está combatiendo la delincuencia en Guerrero y en todo el país, pero refirió que la capacidad de ambos grupos criminales creció en años anteriores.
“Lo que pasa es que creció mucho, se dejó crecer. Esto viene de tiempo atrás, desde hace dos o tres sexenios, y echaron raíces, se fortalecieron en comunidades, tienen en algunas partes base social de respaldo y apoyo...también entraron por la vía de los partidos; lo que ha venido sucediendo desde hace tiempo. Se está combatiendo, pero es un proceso”, declaró.
“No se puede enfrentar la violencia con violencia”: AMLO
En esa línea, aceptó que ambos grupos criminales tiene una gran capacidad de operación.
―”¿Llegan a tener tanto poder, presidente, para entre ellos acordar una tregua en Chilpancingo?”, volvió a cuestionar el comunicador.
“Sí, tiene bastante capacidad de movilización. Hace como seis meses u ocho, tomaron Chilpancingo con mucha gente, mil o dos mil, y estaban buscando un enfrentamiento. Lo que hicimos fue no caer en la provocación, se retiró la Guardia Nacional, porque querían la confrontación”, declaró.
Tras ello, aseguró que “no es fácil” ponerle un alto a la violencia, pero afirmó que durante el presente sexenio se ha avanzado al enfrentar la problemática a través de la atención a los jóvenes y las familias pobres.
“No se puede enfrentar la violencia con violencia. (...) Estamos trabajando con la gente. Guerrero, como Chiapas y Oaxaca, es de los estados que más apoyo está recibiendo, donde más se está atendiendo al pueblo, un cambio completo”, sostuvo.
Acuerdo entre Los Tlacos y Los Ardillos fue mediado por sacerdote
Tal como Infobae México lo informó, el acuerdo sobre el que el presidente fue cuestionado el día de hoy se concretó el pasado 15 de febrero. Así lo dio a conocer el padre José Filiberto Velázquez Florencio, director del Centro de Derechos Humanos Minerva Bello, quien facilitó el diálogo entre los líderes de ambos grupos criminales.
El sacerdote informó ante medios de comunicación que la tregua fue pactada en común acuerdo, aunque precisó que Onésimo Marquina Chapa, líder de Los Tlacos, fue quien buscó a Celso Ortega Jiménez, cabeza principal de Los Ardillos.
“Fue por voluntad de ambas partes; hubo un puente para que pudieran ponerse de acuerdo y hacer una tregua de no enfrentamiento”, explicó a Milenio.
Ambos grupos son señalados como responsables de la reciente falta de transporte público en la entidad, derivada de los constantes ataques a conductores y daños a unidades. Asimismo, se les responsabiliza de los delitos de cobro de piso, extorsión y secuestro.