En 2009, Alexis Hernández Mariscal, hijo de la reconocida actriz Lucila Mariscal, fue ascendido a subdirector de la Policía de Linares, Nuevo León. La noche de 5 de mayo, el joven de 34 años recibió una llamada y salió de prisa de su casa con la promesa de volver pronto. Esa fue la última vez que su madre y sus dos hijos lo vieron.
A 15 años de distancia, su desaparición es una herida abierta para la comediante, quien en una reciente entrevista con la periodista Matilde Obregón revivió el infierno que vivió durante los primeros meses de búsqueda de su hijo, ‘levantado’ por el crimen organizado.
Lucila Mariscal ha dedicado más de la mitad de su vida a hacer reír al público; sin embargo, su ámbito personal ha navegado en el drama por el cierre gradual de oportunidades laborales, enfermedades y particularmente por la desaparición forzada de Alexis, cuya ausencia fracturó a su familia.
“Ojalá que esté bien donde esté porque no se puede hacer nada. Hay que pedirle a Dios, nada más”, dice la actriz, quien se aferra a la idea de que su hijo esté vivo, aunque lejos de ella, para sacar de su cabeza la imagen de que su cuerpo fuera sepultado en una de las tantas fosas que el crimen organizado cavó durante el sexenio del presidente Felipe Calderón, cuando ocurrió el incidente.
Hace más de 15 años que Alexis Hernández Mariscal desapareció, pero la actriz sigue recordando aquella funesta noche como si hubiera ocurrido ayer:
“Él me dijo que iba al Oxxo, pero muy pálido. Recibió una llamada, dijo ‘está bien, mi comandante’, porque era policía. Y ya, no volvió. Fuimos a preguntar y no fue al Oxxo. Fuimos a encontrar la camioneta tres días después y no se habían robado nada de la camioneta”.
Sin pruebas que apuntaran a un asalto, la actriz tocó varias puertas hasta llegar con un importante jefe de la policía, quien le mandó a decir “mejor ni le busque”.
El drama que Lucila Mariscal vivió con sus nietos
A la desaparición de su hijo siguió otro drama: hacerse cargo de sus dos nietos. Durante varios años, la actriz se sobrepuso a malestares propios de la edad y la limitación de ofertas laborales, y consiguió sacar adelante a los jóvenes. No obstante, en 2019 la actriz inició un proceso legal contra su nieto, Andreu Hernández, a quien acusó de maltrato y de intentar apropiarse de la casa que compartían.
Lucila Mariscal recuperó la propiedad y obtuvo una orden de restricción contra su nieto, con quien finalmente se reconcilió en 2020, durante la pandemia de Covid-19. Sin embargo, aunque el joven le pidió perdón, sus acciones le siguen afectando a la actriz, quien rompió en llanto cuando Matilde Obregón le pregunta cómo quedó la relación entre ambos.
Siete años antes de esta entrevista, la actriz develó que perdió sus ahorros al intentar encontrar a su hijo. Mariscal le contó a Shanik Berman reconoció que detuvo su búsqueda luego de recibir una advertencia:
“Anduve investigando y me quedé sin un quinto, porque daba dinero a uno y a otro, así me traían, con la esperanza de encontrarlo. Pagaba y pagaba, hasta que me encontré a un señor, quien me comentó que lo había encajuelado, y le pregunté: ‘¿en dónde lo dejó?’, y me respondió, con un montón de groserías: ‘sabes que te va a llevar la no sé cuántos’, y le dije: ‘¿me vas a matar?, si ya estoy muerta’”.
Quince años después, la actriz que brilló en La Carabina de Ambrosio alberga la esperanza de que su hijo esté bien “donde sea que esté”.