Es bien sabido que la lucha libre es uno de los deportes más espectaculares del mundo, pero también de los más peligrosos. Así lo dejó en claro el Hijo del Vikingo, gladiador mexicano, que fue víctima de una aparatosa caída en donde tuvo que salir directo al hospital, pero que no recibió la atención adecuada pues ni siquiera había camillas para trasladarlo.
Con evidente preocupación, el profesional vivió momentos de terror cuando se encontraba realizando uno de sus famosos movimientos, pero no alcanzó a calcular de manera adecuada su caída y fue ahí cuando se lesionó de manera importante.
La audiencia, los comentaristas y sus propios compañeros de trabajo quedaron atónitos ante los gritos de dolor del luchador quien intentaba contenerse, pero el dolor era tanto que tuvo que abandonar la pelea de inmediato.
Ni camilla había
Los hechos ocurrieron en la pasada función llamada Rencor Extremo, al interior de la Arena López Mateos ubicada en Tlalnepantla, Edomex, en donde también tuvieron participación figuras como Pshyco Clown, Demonio Infernal y Fresero Jr.
Fue en el enfrentamiento entre Hijo del Vikingo y Demonio Infernal cuando sucedió el incidente. Ahí, el luchador se impulsó con las cuerdas para intentar girar en el aire y castigar a su oponente, no obstante, pese a que hizo bien el movimiento, al momento de caer lo hizo de manera equivocada doblándose la rodilla y gritando de dolor.
Si bien el resto del elenco tenía que continuar con la pelea, una mujer que aparentemente era la doctora del lugar se acercó para intentar contener al hombre. Permaneció tirado a un costado del ring esperando que lo pudieran transportar a los vestidores, pero al no haber ninguna camilla para ello, fue el propio Demonio Infernal quien no dudó en cargarlo y llevarlo para ser atendido.
Hasta el momento, parte médico indicó que sufrió una lesión grave en los ligamentos cruzados y dependiendo de la gravedad de esto, el Hijo del Vikingo podría quedar fuera del cuadrilátero de 6 a 8 meses para poder recuperarse al cien por ciento.