Este domingo 18 de febrero se llevó a cabo la ‘Marcha por nuestra Democracia’, una movilización convocada por organizaciones sociales en más de 100 ciudades, incluida la capital del país, para salir a exigir elecciones limpias y el respeto a las instituciones ante lo que llamaron un “intento del Ejecutivo para desmantelarlas y subordinarlas a un partido hegemónico”.
Formando una ‘marea rosa’, los asistentes a la marcha en la Ciudad de México partieron temprano del Monumento a la Revolución con destino al Zócalo. Conforme avanzaban, compartían videos y fotografías de la protesta que dijeron era apartidista, aunque entre ellos avanzaban políticos como Marko Cortés, Jesús Zambrano o Margarita Zavala, y hasta intelectuales críticos del gobierno, como el historiador Enrique Krauze, además de que el único orador del evento fue Lorenzo Córdova Vianello, exconsejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE)
Sin embargo, una vez que llegaron al primer cuadro de la ciudad, muchos se quejaron de que no tenían señal en sus teléfonos inteligentes. Les era imposible enviar mensajes y mucho menos podían compartir archivos pesados en sus redes sociales. Entonces, vino la acusación: “El gobierno de Morena y la 4T colocan inhibidores de señal en el Palacio de Gobierno de la CDMX”, escribió en X la Revista enFila.
¿Son inhibidores de señal? Esto dijeron los expertos en telecomunicaciones
Las imágenes que compartió dicha cuenta en X y que rápidamente fue re-publicada por otros usuarios muestra el recinto de Gobierno capitalino y dos artefactos blancos con el logo de CFE Internet - Telecomunicaciones para todos. Sin embargo, otros usuarios de la red social se encargaron de explicarle a este personaje que lo que estaba mostrando en realidad era un punto de WiFi gratuito que ofrece la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como parte del programa Internet para Todos.
Por otro lado, expertos de la cuenta de X llamada @Telefonia_MX explicaron en una extensa publicación que sí, en efecto falló la señal de celular en el Zócalo de la Ciudad de México durante la concentración, pero no por los motivos que acusaban los asistentes sino debido a que la demanda del servicio aumenta y se sobrecargan las capacidades de las antenas de telecomunicaciones cercanas.
De hecho, se trata de un fenómeno bastante común cuando las personas van a eventos masivos, como marchas o conciertos. “Las redes móviles están diseñadas para soportar un cierto número de conexiones simultáneas. En situaciones cotidianas, esta capacidad es suficiente. Sin embargo, durante eventos grandes, el número de dispositivos intentando conectar supera esta capacidad, creando un ‘atasco digital’”, se lee en la publicación.
Lo más probable es que estando dentro de un alta concentración de personas no sólo falle la conexión a internet, sino también la calidad de las llamadas y el envío y recepción de mensajes, por lo que lo ideal sería que las operadoras instalaran ‘antenas temporales’ en zonas donde se anticipen grandes cantidades de personas, sin embargo, el riesgo de que haya sobrecarga siempre estará latente.
Por otro lado, es importante hacer la precisión de cómo lucen realmente los inhibidores de señal (o frecuencia) y cuál es su función, aunque el nombre sea por demás obvio. Se trata de artefactos de gran tamaño que emiten ondas de radio en las mismas frecuencias que otros dispositivos con el fin de que ambas señales choquen y se caiga la comunicación, ya sea el internet o la cobertura en el celular.
En México este tipo de aparatos sólo están permitidos en Centros de Readaptación Social (Cereso) y otros penales para evitar que los internos se comuniquen con el exterior o con otros presos; sin embargo, un ciudadano común y corriente puede ser sancionado de 12 a 15 años de prisión por instalar, portar, usar u operar uno, tal como se lee en una reforma de 2020 a la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión.