Debido a la ola de violencia que se vive en Chiapas, la Asociación de Pastores Evangélicos de Tapachula decidió cerrar las puertas de más de 100 templos ubicados en los municipios que se encuentran en la zona de la sierra del estado.
De acuerdo con el presidente de la asociación, Gamaliel Fierro Martínez, la violencia que se vive en la región hizo imposible el funcionamiento de las iglesias, principalmente porque clérigos y feligreses huyeron de sus comunidades para no ser presas del crimen organizado.
En entrevista para Diario Sur, el clérigo afirmó que los templos afectados son aquellos que se encuentran en los municipios de Chicomuselo, Siltepec, El Porvenir, Bella Vista, Bejucal de Ocampo, Mazapa de Madero y Amatenango de la Frontera.
“Todos están atemorizados”, señaló Fierro Martínez y agregó que muchas familias huyeron a la sierra para no ser reclutados por los grupos criminales que los obligan a unirse a sus filas a cambio de no dañarlos.
Además de la violencia generada por los enfrentamientos entre grupos criminales, los habitantes de la región de la Sierra de Chiapas enfrentan desabasto de alimento, agregó el líder de la iglesia evangelista en Tapachula, por lo que urgió a las autoridades a tomar medidas que garanticen la tranquilidad y paz de los habitantes.
Desplazados por la violencia en Chiapas
Un reporte del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas dio cuenta de más de 14 mil personas desplazadas entre 2010 y 2021 a consecuencia de la violencia en el estado, siendo los municipios de la región de Los Altos los más afectados.
En los años próximos al reporte del Centro se documentaron más de cinco mil desplazamientos forzados a consecuencia de la pobreza extrema y violencia; más de tres mil de ellos huyeron entre marzo y junio de 2023, sólo unos meses antes de que se intensificara la presencia del Cártel de Sinaloa en la región para enfrentar a las tropas del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) que dominan la plaza.
En videos que se viralizaron en redes sociales se precian convoys de sicarios del Cártel de Sinaloa avanzando entre aplausos por comunidades de la sierra de Chiapas con rumbo a Chicomuselo, uno de los municipios más afectados por la violencia.
En ese municipio pobladores relataron como miembros de ambos cárteles levantaron una especie de censo para identificar a las personas en “condiciones” para unirse a sus filas: los usan como “carne de cañón” o “halcones” que den aviso de los movimientos de los grupos rivales y de las autoridades.
En un video que se difundió en enero pasado vecinos de Chicomuselo -los que no huyeron- se enfrentaron a elementos del Ejército Mexicano para que no pasaron a las tierras bajo el control del narco.