¿Un hospital de 500 años? Conoce cómo puedes visitar el lugar dónde se conocieron por primera vez Hernán Cortés y Moctezuma

El encuentro entre Hernán Cortés y Cuauhtémoc, el último emperador azteca, es un evento histórico importante que marcó el final de la resistencia azteca durante la conquista española de México.

En 1521, Cuauhtémoc fue investido como huey tlatoani, como emperador, después de la muerte de su antecesor Cuitláhuac. Cuauhtémoc estaba decidido a expulsar a los españoles y restaurar la paz en su territorio. Sin embargo, a pesar de su talento y capacidad, no logró el resultado esperado.

Cuauhtémoc y su ejército intentaron librar una batalla naval para recuperar Xochimilco, pero los conquistadores españoles ya tenían un alcance considerable y no pudieron ser detenidos.

Ante la desesperación de la población, Cuauhtémoc priorizó que su gente dejara de pasar hambre y sed. Por ello, se refugiaron en Tlatelolco y un Consejo decidió rendirse el 13 de agosto de 1521 para evitar más sufrimiento a las personas.

Se dice que Cuauhtémoc intentaba escapar en una canoa cuando el español García Holguín se percató de su presencia. Fue llevado frente a Hernán Cortés y ahí comenzó uno de los episodios más impactantes de la historia.

Ante la petición de Cortés de que le revelara dónde estaba el oro que los aztecas habían escondido, Cuauhtémoc respondió con una petición peculiar:

La razón de esta extraña petición se debía a que Cuauhtémoc prefería morir antes que no intentar todo lo que estuviera en sus manos para salvar a su pueblo. Sin embargo, Cortés, ajeno a los ritos de sacrificio que existían en la región, decidió encadenarlo.

El “abrazo” entre Hernán Cortés y Cuauhtémoc es más una metáfora que un evento literal. Según algunas fuentes, Cortés intentó abrazar a Cuauhtémoc como una forma de ofrecer un saludo afectuoso, pero los caciques lo detuvieron, pues eso era un gesto de desprecio entre los mexicas.

En lugar de un abrazo físico, este “abrazo” puede interpretarse como el momento en que Cortés tomó el control de Tenochtitlán y Cuauhtémoc se rindió para evitar más sufrimiento a su pueblo.

Es importante recordar que la interpretación de estos eventos históricos puede variar dependiendo de las fuentes y los puntos de vista. La conquista de México fue un período de intensa violencia y sufrimiento para los pueblos indígenas, y la resistencia de Cuauhtémoc es recordada como un acto de valentía y sacrificio.

El Hospital de Jesús, también conocido como Hospital de la Purísima Concepción y Jesús Nazareno, es el hospital más antiguo del continente americano.

Fue mandado a construir por Hernán Cortés y se ubica en el lugar exacto en donde se encontraron el conquistador español con Moctezuma.

El encuentro entre Moctezuma y Cortés era inminente y la fecha precisa en que éste tuvo lugar fue el 8 de noviembre de 1519 en la avenida que hoy conocemos como Pino Suárez a su cruce con República del Salvador.

Este hospital comenzó a funcionar desde el siglo XVI, en 1524, pocos años después de la culminación de la conquista, que se dio en 1521.

Durante esa época, el hospital mexica, conocido como Tihuicán, quedó rebasado, pues las “tícitl”, que era el nombre que recibían las médicas prehispánicas, se enfrentaban a nuevas enfermedades traídas por los españoles, como la viruela.

El responsable del diseño del inmueble fue Pedro Vásquez, quien se inspiró en un hospital de Sevilla, en España. Inicialmente, el edificio fue nombrado como hospital de “de la Purísima Concepción” o “de la Purísima Concepción de Nuestra Señora”.

Posteriormente, al inicio de la época colonial, el sanatorio fue conocido como “Hospital del Marqués”. Su actual nombre se debe a la imagen de un Cristo crucificado donado aproximadamente 130 años después de la fundación hecha por Cortés.

El Hospital de Jesús es uno de los edificios más antiguos de la Ciudad de México y sigue en operación desde 1524.

Aunque existe cierta controversia al respecto, ya que es uno de tres hospitales que se inauguraron en la misma época, y los registros tienen diferentes fechas de la primera apertura. Hernán Cortés lo hizo una institución laica, lo que siglos después evitó que el hospital desapareciera, como otros, con las leyes de Reforma.

Actualmente, el Hospital de Jesús sigue ofreciendo atención médica hospitalaria de calidad con calidez y seguridad a través de un servicio profesional oportuno y personalizado para la población que lo solicite.

Su misión es ser la primera institución médica de calidad en el Centro Histórico de la Ciudad de México, con 500 años de historia y tradición, promoviendo y conservando la salud de la población.