Habitantes de las alcaldías Benito Juárez y Álvaro Obregón, en la Ciudad de México, se manifestaron mediante el bloqueo de la Avenida Patriotismo para exigir información y medidas respecto a los daños producidos por una serie de microsismos relacionados con la falla Plateros-Mixcoac.
La protesta interrumpió temporalmente el tránsito en importantes intersecciones de esta vía, generando una atención inmediata por parte de autoridades y medios de comunicación.
Los manifestantes, afectados por los sismos ocurridos entre mayo y diciembre del año pasado, reclamaron la falta de claridad y acción por parte del gobierno frente a los riesgos que presenta la mencionada falla geológica.
En respuesta a sus demandas, Humberto Arroyo, director táctico de la Dirección General de Riesgos y Protección Civil de la CDMX, se comprometió a organizar una reunión el próximo lunes para atender las inquietudes de los ciudadanos perjudicados, que van desde damnificados directos hasta residentes en zonas de riesgo.
Proceso de la denuncia
El origen de la protesta se remonta a un intento fallido de diálogo en la Casa de la Cultura “Juan Rulfo”, ubicada en la Plaza Jáuregui, donde se pretendía discutir los hallazgos de un estudio de geofísica.
Sin embargo, el acceso al evento fue restringido, excluyendo a medios de comunicación y a una gran parte de los interesados. Margarita Reyes, identificada como miembro de la Comisión de Participación Ciudadana (Copaco), y quien llevaba un distintivo de la secretaría de Bienestar, justificó la exclusión argumentando que se trataba de una “reunión privada”.
Durante la protesta, los vecinos expresaron su frustración ante la incertidumbre y el abandono por parte de las autoridades.
De qué hablamos cuando hablamos de microsismos
Los sismos y microsismos se miden utilizando sismógrafos, que son instrumentos especializados que detectan y registran las ondas sísmicas generadas por los movimientos de la corteza terrestre. Existen varias escalas para medir la magnitud e intensidad de estos fenómenos.
La Escala de Richter, desarrollada por los sismólogos Charles F. Richter y Beno Gutenberg, es una escala logarítmica que mide la magnitud de un terremoto. Cada número en la escala representa una intensidad diez veces mayor que la anterior. Por ejemplo, un terremoto de magnitud 5 en la escala de Richter libera 10 veces más energía que uno de magnitud 4.
Por su parte, la Escala de Magnitud del Momento mide la zona de roca desplazada, la rigidez de la roca y la distancia media de desplazamiento. La Escala de Mercalli utiliza números romanos para calificar un terremoto por sus efectos sobre el entorno. Por ejemplo, durante un terremoto que nominal I, las personas no sienten ningún movimiento de la Tierra. Durante uno V, casi todo el mundo ha sentido el movimiento.
En cuanto a los microsismos, estos son sismos de menor magnitud que generalmente no son perceptibles por las personas, pero pueden ser detectados y registrados por sismógrafos. Se producen cerca de 8.000 al día y su magnitud es menor de 2 grados en la escala de Richter.