En esta mañana lluviosa, la avenida Reforma se vio sorprendida por un inusual incidente protagonizado por un camión repartidor de cerveza.
Aproximadamente a las 7 de la mañana, en la glorieta del Ahuehuete, antes conocida como la Palma, el vehículo sufrió un percance que resultó en la dispersión de su valiosa carga: cajas de cerveza de 355 mililitros, que se esparcieron sobre la vía, formando un curioso río de vidrios rotos a lo largo del pavimento.
Afortunadamente, las primeras informaciones reportan que no hubo personas lesionadas como resultado de este incidente.
Los trabajadores del camión, en un esfuerzo conjunto, comenzaron rápidamente a recoger las cajas que aún estaban en condiciones de ser rescatadas, mientras que los destrozos en forma de vidrios rotos se acumulaban a un lado de la vía.
Poca carga vehicular en la zona
El hecho no pasó desapercibido para los transeúntes y conductores que, a esa hora temprana, se encontraban en la zona. La curiosidad se tradujo en una pequeña carga vehicular, ya que los conductores se detenían para observar el insólito espectáculo.
Sin embargo, debido a la hora matutina, el tráfico no experimentó congestiones significativas y, una vez que los automovilistas superaban el punto del incidente, la circulación volvía a la normalidad. Por igual, no se presentó la rapiña que en otros eventos similares siempre acontece.
En estos momentos, se aguarda la llegada de los equipos de seguridad y limpieza para abordar la tarea de retirar los vidrios esparcidos en la carpeta asfáltica y recuperar la unidad siniestrada. La colaboración de estas unidades especializadas es esencial para garantizar una pronta y segura restauración del tráfico en la avenida Reforma.
El incidente, aunque inusual, sirve como recordatorio de la importancia de la prudencia y la precaución en las vías públicas, incluso en momentos en que el tráfico es escaso. La rapidez con la que los trabajadores actuaron para minimizar los daños demuestra la importancia de la respuesta eficiente ante situaciones imprevistas.
En la glorieta del Ahuehuete se vio marcada por un evento peculiar que, afortunadamente, no dejó víctimas ni heridos. Mientras la limpieza y recuperación están en marcha, la ciudad retoma su ritmo habitual, pero el recuerdo de este insólito incidente estará en aquellos que fueron testigos de la dispersión de cerveza y vidrios sobre la avenida Reforma.