Ramón Arellano Félix fue uno de los líderes del Cártel de Tijuana, quien tenía una trayectoria de más de 20 años en el tráfico de drogas, al comenzar como lugarteniente de los de Guadalajara, hasta que a principios de los 90 terminaron relación capos sinaloenses y comenzar con su organización que aún sigue vigente.
En un tema por encargo, los compositores revelaron uno de sus apodos poco conocidos, el cual era ‘Colores’, así como ‘Comandante Mon’ o simplemente ‘El Mon’, sin embargo, el más importante era el primero.
Los Tucanes de Tijuana se inspiraron en su carrera criminal así como su perfil para componerle un narcocorrido, en el que se habla de se forma de actuar ante sus rivales, a quienes sin decir palabra alguna los asesinaba a balazos.
“Hombre de pocas palabras, orgullo de sus hermanos, cualquiera le tenía miedo, no le temblaba la mano, unos le decían Colores, otros Ramón Arellano”, comienza la canción de Los Tucanes de Tijuana.
En la segunda estrofa del tema recuerda cuando los Arellano Félix se movieron de Sinaloa hasta Baja California, donde sus familiares siguen operando a 22 años de su asesinato en la ciudad de Mazatlán, cuando se encontraba en el carnaval.
“Veinte años en el negocio, no los aguanta cualquiera, Ramón, a punta de balas, acaparó la frontera, aunque su voz no era gruesa, ponía a temblar a cualquiera”, sigue el tema.
En esta estrofa se recuerda que era originario del estado de Sinaloa, en específico de Culiacán, ciudad que vio nacer a importantes capos, tales como Miguel Ángel Félix Gallardo, mientras que otros ahí se formaron, al ser la matriz del Cártel del Pacífico.
“Así nació de valiente, pues era de Sinaloa, amante de los corridos, norteños y de tambora, su vicio eran las mujeres y disparar su pistola”, continúa la canción.
‘El Mon’ era una persona muy sanguinaria, la cual era de pocas palabras y más acciones, pues son muchos los rivales que fueron asesinados a manos de él, sin que dijera algo previamente.
“No toleraba reclamos, rápido desenfundaba, sin decir ni una palabra, les disparaba en la cara, era Ramón Arellano, nadie podía decir nada”, sigue la melodía.
En el cierre de la canción de Los Tucanes de Tijuana, lo compararon con la mafia italiana, al asegurar que parecía siciliano, siendo un sinaloense.
“Hombre de pocas palabras, orgullo de sus hermanos, aunque era de Sinaloa, bien parecía siciliano, porque ajustaba las cuentas, siempre al estilo italiano” finalizó la melodía de la agrupación de Tijuana.
Ramón Arellano fue abatido
El 10 de febrero de 2002, en el puerto de Mazatlán, Ramón Eduardo fue abatido por un elemento Policíaco, quien lo habría detenido por una infracción, pero mostrar una actitud violenta al dispararle en dos ocasiones, el uniformado reaccionó y lo asesinó de un solo tiro en la cabeza.