Una investigación de dos años culminó con la detención de nueve personas acusadas de traficar fentanilo de México a Los Ángeles, Estados Unidos, y el decomiso de más de 680 mil pastillas del opioide en lo que se conoció como la “Operación Smoke Jumpers”.
En un comunicado girado por la Embajada de Estados Unidos se precisó que entre el 8 y el 12 de febrero se realizaron varios operativos para desmantelar a la red criminal y que terminó con 13 decomisos en distintas residencias utilizadas por el grupo criminal con residencia en Los Ángeles, California.
El resultado de los operativos fue de más de 680 mil 992 píldoras de fentanilo aseguradas, 10 mil 418 pastillas de metanfetaminas, tres kilogramos de fentanilo y 17 de heroína; además de ocho detenidos, pues uno más ya se encontraba bajo custodia.
De acuerdo con el Departamento de Justicia estadounidense, la red criminal está integrada por al menos otras nueve personas que se presume huyeron a México para evadir las acusaciones en su contra por traficar fentanilo y otras drogas.
Respecto a la forma de enviar el opioide desde México al otro lado de la frontera, se indicó que utilizaban extintores chatarra para esconder las drogas en su interior.
Sin importar que las organizaciones criminales trasnacionales busquen distintas formas de llevar el veneno de las drogas sintéticas a nuestras comunidades, seguiremos frenando sus acciones delictivas para proteger la salud y la seguridad de nuestras acciones”, informó la Embajada de EEUU.
Tres mexicanos arrestados en Operación “Smoke Jumpers”
Información difundida por el Departamento de Justicia norteamericano dio cuenta del arresto de tres personas de origen mexicano vinculadas a la red para el trafico de fentanilo a Los Ángeles, se trata de: Óscar Ahumada Leyva (43 años), Miguel Antonio Rabago Valenzuela (42 años) y Gustavo Rivero Rodríguez (39 años).
Las otras seis personas detenidas son originarias de Estados Unidos y Canadá; sin embargo, las investigaciones identifican a Ahumada Leyva como el presunto líder de la organización crimina por ser el propietario de la empresa Carin Trucking, con sede en San Diego, California, y la cual tiene al menos seis camiones de carga en los que transportaban los extintores cargados con fentanilo y otras drogas.
“El conductor del camión conducía a Estados Unidos desde México y cruzaba la frontera, generalmente llevando una carga de chatarra, pero oculto entre la chatarra se encontraba un extintor que contenía drogas. El conductor del camión se dirigía entonces a Los Ángeles para reunirse con un mensajero, quien recogería los extintores cargados con drogas para su ulterior distribución”, se lee en el reporte del Departamento de Justicia.
A pesar de que en el comunicado de la Embajada de EEUU se precisa que están trabajando de la mano con México y Canadá para frenar el tráfico de fentanilo al norte de América -un compromiso reafirmado en la pasada reunión del Comité Trilateral-, en la investigación de más de dos años sólo participaron autoridades de Los Ángeles y personal del FBI, de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza y del Centro de investigaciones de Seguridad Nacional.