Un juez federal dictó sentencia condenatoria de 20 años de prisión en contra de Jesús Alberto Galaviz Vega, alias El Pinky, a quien se le atribuye ser jefe regional de Los Zetas, principalmente en los estados de Coahuila y Tamaulipas.
Galaviz Vega, a quien se le encontró su responsabilidad penal en el ilícito de delincuencia organizada en hipótesis de cometer delitos contra la salud, también testificó contra el ex gobernador Humberto Moreira por un pago millonario de forma mensual que le daba el cártel por dejarlos operar.
También conocido como Fernando Galaviz García, El Pinky fue capturado por elementos de la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar) en un inmueble de la calle Nicolás Bravo, Barrio Tres Lomas, Tamaulipas, en abril del 2013.
Al momento de su detención, Galaviz Vega portaba un arma de fuego, quien al notar la presencia de los elementos intentó darse a la fuga, pero fue detenido, según el Ministerio Público de la Federación. El Pinky manifestó ser jefe de plaza de Los Zetas en los estados antes mencionados.
“El Ministerio Público de la Federación (MPF), tras diversos procedimientos, presentó los elementos de pruebas suficientes para que el Juzgado Tercero de Distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de México, con sede en Toluca, dictara sentencia condenatoria de 20 años de prisión en su contra, en el Centro Federal de Readaptación Social Número 15 “CPS-Chiapas””, informó la FGR en un comunicado que fue emitido la tarde de este 16 de febrero.
La FGR, a cargo de Alejandro Gertz Manero, no detalló si El Pinky, sigue siendo un testigo en contra del ex gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, como lo reportó en su momento el periódico Reforma en agosto del 2019.
El diario, quien asegura que El Pinky fue capturado el 29 de marzo del 2013 y no en abril como lo reportó la FGR, acusó a Moreira de cobrar una renta mensual de 2 millones de dólares a Los Zetas.
El cobro a la estructura criminal, según el periódico, era para permitir operar al ex brazo armado del Cártel del Golfo en 400 centros de droga del estado, también conocidos como “tienditas”.
Según los testimonios que recabó Reforma, El Pinky detalló que el ex gobernador se reunió con Juan Manuel Muño Luévano, alias El Mono Muñoz, quien fungía como un intermediario con políticos y empresarios de Coahuila.
Galaviz Vega mencionó en su momento que el entonces líder de Los Zetas, Miguel Treviño Morales, alias El 40, fue quien ordenó asesinar al hijo del ex gobernador, a modo de represalia de su sobrino Alejandro Treviño Chávez.