De las narcomantas a los corridos tumbados: así es la nueva ‘estrategia de comunicación’ del narco

¿Cancelar o no a los grupos musicales que cantan corridos tumbados?, ¿Es una expresión artística o una estrategia criminal?, experto en temas del crimen organizado lo explica para Infobae México

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El cantante mexicano Peso Pluma, en una fotografía de archivo. EFE/Kiko Huesca
El cantante mexicano Peso Pluma, en una fotografía de archivo. EFE/Kiko Huesca

La discusión respecto a si los corridos tumbados hacen o no apología de la violencia lleva meses acaparando las conversaciones en las redes sociales: la respuesta es sí, aunque no todos; algunos son crónicas musicales de eventos del dominio público, tales como “El Culiacanazo 2″ de Ricky Claudio y su Grupo Edicto; otros más hacen un recuento de las biografías de personajes como Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho” o “El Señor de los Gallos” -este último da nombre al corrido de José Avelino-; pero están otros más que son utilizados a manera de narcomantas, para enviar mensajes a rivales, autoridades y sociedad.

¿Qué se comunica en este último tipo?, principalmente amenazas, “se muestra el músculo” y se advierte que ya llegaron a “pelear la plaza”; se causa terror entre los pobladores, se “calienta la plaza” y se obliga a las autoridades a implementar una nueva estrategia de seguridad o también se les señala de colusión con el narco. Es, junto a otras acciones, una ‘estrategia de comunicación’ utilizada por las organizaciones criminales para mostrar su poder.

Para Edgar Guerra Blanco, doctor en sociología, especialista en crimen organizado y seguridad e investigador del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), es evidente que no podemos ser omisos a la utilización que grupos del crimen organizado hacen de herramientas de comunicación como las redes sociales, videos y la música (corridos tumbados) para lanzar sus mensajes, sin embargo, descartó que la discusión deba enfocarse en la prohibición o no de estas expresiones artísticas.

“El tema de la discusión debería ser de qué manera ciertos grupos delictivos sí instrumentalizan o emplean a grupos musicales concretos para mandar mensajes o para hacer una suerte de apología de su organización o de su territorio”: Edgar Guerra.

En entrevista para Infobae México, el especialista dejó en claro que los corridos tumbados sí pueden ser considerados como las nuevas narcomantas en materia de la comunicación utilizada por el narco; sin embargo, recalcó la necesidad de no generalizar las expresiones artísticas, pues existen grupos que expresan ciertas realidades sociales utilizando como instrumento a la música, pero hay otros que sí buscan mandar mensajes muy directos, narrar eventos violentos o hacer narraciones de personajes famosos vinculados al crimen organizado.

'La captura del gordo', el narcocorrido de la detención de uno de los hijos de 'El Mayo' (Infobae)
'La captura del gordo', el narcocorrido de la detención de uno de los hijos de 'El Mayo' (Infobae)

Expresión artística o expresión criminal

Para Edgar Guerra el debate entre permitir los corridos tumbados por ser una expresión artística o condenarla por tratarse de una expresión criminal “es estéril (...) Hay que ver los matices y analizar caso por caso -sí es más complicado pero es lo recomendable- necesitamos ver dónde sí tenemos que poner el ojo ministerial para ver donde sí podría existir algún delito que perseguir”.

El debate entre ambas posturas se desató en las últimas semanas por el intento de cancelar la presentación de Peso Pluma en el Festival de Viña del Mar en Chile. Conviene recordar que en algunas de sus canciones, el cantante de corridos tumbados ha mencionado a Joaquín El Chapo Guzmán y a sus hijos, Los Chapitos.

En el ámbito nacional, los corridos tumbados tuvieron un papel ponderante en la ola de violencia que se desató la última semana en Aguascalientes: 13 vehículos fueron incendiados en calles del estado presuntamente -porque las autoridades siguen sin responder a las solicitudes de información y tampoco se han pronunciado- como represalia a la detención de tres integrantes del Cártel de Sinaloa; aunque también se dijo que fue una respuesta al narcocorrido “Que empiece el juego”, de Chicho Castro y Tony Aguirre, en el que se hace alusión a la llegada del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) a la entidad.

El corrido ha despertado versiones distintas sobre la salud del líder del CJNG. (Captura de pantalla)
El corrido ha despertado versiones distintas sobre la salud del líder del CJNG. (Captura de pantalla)

La ‘estrategia de comunicación’ del narco

La violencia desatada en Aguascalientes (sin heridos) es también parte de esa ‘estrategia de comunicación’ -considera Edgar Guerra- que utiliza la violencia y el miedo para “calentar la plaza”; lo hacen en redes sociales subiendo videos con armamentos y lanzando amenazas a grupos rivales, lo hacen también con narcomantas y en ocasiones a través de grupos musicales contratados para dicho fin.

¿Quiénes mandan los mensajes?, se le pregunta y responde lo que este medio ha documentado: la presencia del Cártel de Sinaloa y CJNG ha sido reconocida por autoridades locales y apareció en las filtraciones de Guacamaya Leaks a la Sedena; sabemos que están en confrontación en muchos estados, incluido Aguascalientes, aunque -precisa- sólo son conjeturas hasta que las autoridades investiguen y se tenga certeza.

¿Hacia quiénes van dirigidos?: Son distintos auditorios, en primer lugar a los grupos contrarios para mandarse mensajes de declaración de guerra y de una confrontación inminente; también están dirigidos a las autoridades locales, estatales y federales para señalar supuestos pactos con grupos criminales; y, lamentablemente, a la ciudadanía pues tienen un impacto social que abona a un ambiente de inquietud y de zozobra.

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