Un juzgado sentenció a 44 años de cárcel a Martín Enríquez Monroy, “El Chelas”, integrante de la organización criminal “Los Rojos”, sujeto que habría participado en el secuestro y asesinato de Silvia Vargas Escalera, hija del empresario y ex titular de Comisión Nacional del Deporte (Conade), Nelsón Vargas.
El juzgado Segundo de Distrito de Procesos Penales Federales con sede en el Reclusorio Norte fue quien dio la sentencia condenatoria en contra de Martín Enríquez por su responsabilidad penal en los delitos de delincuencia organizada, con hipótesis de secuestro, y secuestro agravado.
La Fiscalía General de la República (FGR), a través de la Fiscalía Especializada en materia de Delincuencia Organizada (FEMDO), en coordinación con la Fiscalía Federal en la Ciudad de México, informó que en marzo de 2009, elementos de la Policía Federal Ministerial (PFM) arrestaron a este sujeto por un mandato judicial.
Martín, a quien se le señala de formar parte de la banda criminal Los Rojos, fue recluido en el Reclusorio Preventivo Varonil Norte de la Ciudad de México y en el 2014 fue sentenciado; sin embargo, se ordenó la reposición del procedimiento.
Tras quince años de su captura y luego de los elementos de prueba aportados por el Ministerio Público Federal (MPF), el juez dictó sentencia condenatoria de 44 años de prisión y multa de $316 mil 62.50 pesos en contra de Martín por los delitos antes mencionados.
A Enríquez Monroy ya se le había dictado sentencia a 52 años y seis meses de prisión por los delitos de secuestro y delincuencia organizada en mayo del 2014, pero se ordenó la reposición del procedimiento.
El secuestro de Silvia Vargas ocurrió el 10 de septiembre del 2007, cuando la hija del ex titular de la Conade se dirigía a su escuela, el Colegio Alexander Bain, ubicado en la colonia Las Águilas, al poniente de la Ciudad de México.
Los reportes de las autoridades refieren que cerca de las 6:45 de la mañana, la joven de 18 años fue interceptada por un comando armado de Los Rojos.
En su momento se informó que Nelson Vargas se comunicó al celular de su hija para saber en dónde se encontraba, pero un secuestrador fue quien tomó la llamada y le pidió tres millones de dólares para poder liberarla.
El empresario denunció el secuestro de su hija ante la Unidad Especializada en Investigación de Secuestros de la entonces Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), hoy FEMDO, un día después por lo que se comenzó con la averiguación.
Nelson Vargas organizó campañas para obtener información a cambio de recompensas monetarias y provocó mucha presión al gobierno debido a que estaba al pendiente de la investigación.
El 27 de septiembre del 2007 se terminaron las negociaciones con los secuestradores, debido a que le mencionaron al empresario que no le darían una prueba de vida porque ya no les interesaba su dinero y ya no le llamarían otra vez.
La entonces PGR pidió ayuda de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) Federal, dirigida por Genaro García Luna, acusado de nexos con el narcotráfico en los Estados Unidos.
Tras las investigaciones, las autoridades ministeriales y federales ubicaron el domicilio donde Silvia Vargas fue privada de la vida. Se trata de una casa en San Miguel Xicalco, alcaldía Tlalpan.
La información fue aportada por un reo en el penal de Barrientos, Estado de México.
El 28 de julio de 2009, autoridades de Veracruz lograron la detención de Cándido Ortiz González, conocido como el “Comandante Blanco”, y Miguel Ortiz González, alias el “Comandante Tigre”. Estos individuos fueron señalados como presuntos cabecillas de Los Rojos.
En la misma operación, fueron arrestados Luis Antonio Ricalde Murcia, apodado “El Chabelo”, y José Antonio Estrada, conocido como “El queso de puerco”. Días después, el 30 de julio, las fuerzas de seguridad capturaron a Raúl Ortiz González, “El Azul”, acusado de negociar y recolectar los pagos por rescate. En la misma jornada, Jorge Luis Terán Oela, “El Primo”, y Martín Enríquez Monroy, “El Chelas”, también fueron detenidos.
“El Chelas”, quien se encuentra en el Reclusorio Preventivo Varonil Norte en la Ciudad de México, fue señalado de vigilar a Silvia Vargas y a otras víctimas secuestradas por el grupo.
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