En 1975, a Sasha Montenegro le propusieron el proyecto más polémico de su naciente carrera, Bellas de Noche. Producida por Guillermo Calderón y con guion de Víctor Manuel Castro y Francisco Cavazos, la historia se centraba en las vicisitudes de un grupo de mujeres que trabajaban en el cabaret El Pirulí. El proyecto sería un parteaguas en la trayectoria profesional de la argentina, quien irónicamente estuvo a punto de rechazarlo porque el guion exigía desnudos explícitos, algo no visto antes en la industria cinematográfica.
Bellas de Noche expuso la doble moral de una sociedad mexicana que, por una parte, se escandalizó durante el estreno, pero por otra contribuyó a la popularización de un subgénero cinematográfico que se conocería como cine de ficheras. La desastrosa administración de Margarita López Portillo al frente de Radio, Televisión y Cinematografía (RTC) sumó a la proliferación de largometrajes de bajo presupuesto del mismo estilo que, al paso de los años, fue visto como la época más oscura del cine mexicano.
Cuando la historia le fue contada por Guillermo Calderón, Sasha Montenegro ya era una actriz reconocida gracias a los filmes que protagonizó al lado de figuras como El Santo, José José y Verónica Castro, años antes.
En una entrevista concedida hace más de una década para Gustavo Adolfo Infante, Aleksandra Acimovic Popovic, nombre real de Sasha Montenegro, develó que estuvo a punto de rechazar el proyecto y que durante su filmación, incluso analizó usar dobles para no exponer su carrera.
¿Sasha Montenegro usó dobles en ‘Bellas de Noche’?
Durante la entrevista, Gustavo Adolfo Infante define a la actriz como “el sueño erótico” de todo el país, adjetivo que causa una evidente molestia en la argentina, quien lo corrige: “Sueño imposible, accesible, nunca fui”, sentenció la diva.
“La mayoría no quería hacer la película, pero Guillermo Calderón... Yo ya había trabajado con él en una película con El Santo. Nos pusimos de acuerdo, me dijo ‘mira chavita, te vamos a doblar el cuerpo’. Me empezaron a traer señoritas que iba a hacer el desnudo.
Yo iba a ver los cuerpos porque iba a ser ‘mi cuerpo’ en la película. Tuvimos una pequeña discusión al respecto y dije ‘saben qué, yo no hago la película’. Esos cuerpos eran demasiado exuberantes. Bueno, vino la parte del convencimiento y realmente es un trabajo. Nunca me imaginé que afectara tanto en su momento”, dijo.
Aunque este tipo de largometrajes tenían un presupuesto ajustado, Sasha Montenegro aseguró que las escenas eróticas eran filmadas con un alto nivel de profesionalismo: “No quedaba más que el camarógrafo, el fotógrafo, el director, el actor que tenía que estar en ese momento y la señora de vestuario que inmediatamente te cubría”.
Para la actriz, este tipo de películas encerraban cierta violencia para las mujeres. Años antes de su charla con Infante, Montenegro profundizó sobre este tema durante una entrevista con Jorge Rocha, donde definió de esa manera el daño colateral que tuvo su vida después del éxito de Bellas de Noche y otros filmes de la época:
“Es molesto. Para mí ha sido molesto. Claro que dicen que ojos que no ven corazón que no siente. Entonces las veces que se ha hecho un desnudo en esta película, se ha hecho a foro cerrado, con pocas personas exclusivas que se necesitan para ese momento de la filmación y entonces es un poco menos molesto, pero es violento”.
Si bien el estigma de haber participado en películas de ficheras la siguió durante muchos años, Sasha Montenegro fue de las pocas actrices de esa época que consiguió que su carrera evolucionara y se disociara de esa etapa.
En años recientes, la actriz se alejó del ojo público para afrontar en privado un tratamiento contra el cáncer de pulmón, enfermedad que deterioró su salud y propició un derrame cerebral que causó su muerte la noche de ayer, 14 de febrero.