El ajo es apreciado globalmente debido a su capacidad para realzar el sabor de numerosos platillos pero también gracias a sus propiedades nutricionales las cuales hacen que incluso sea visto como un superalimento.
Sin embargo, el hecho de que lo consumas de manera regular, o que lo agregues a tus platillos, no asegura que estés obteniendo sus beneficios debido a que, en el caso de esta especia, es necesario llevar a cabo un proceso específico para “activar” sus nutrientes.
En nutrición se le llama activar al proceso que se usa para hacer que los alimentos liberen sus nutrientes, ya que muchas veces no basta solo con consumirlos.
Este es el caso del ajo, cuyo principal compuesto benéfico, el cual recibe el nombre de alicina, únicamente funciona bajo determinadas circunstancias.
Y es que muchas personas suelen usar el ajo para prevenir enfermedades o fortalecer sus defensas (lo cual sí son beneficios que aporta) pero lo hacen tomando los dientes de ajo cortados a la mitad (como si fueran cápsulas de medicina) o consumiéndolo en tés, con lo cual en realidad no están obteniendo este beneficio.
Por su parte, cabe mencionar que al usarlo en los alimentos tampoco estaremos obtenidos su nutrientes pues, aunque sí brinda un gran sabor a la comida, el ajo suele perder sus propiedades al cocinarse, razón por la cual para obtener sus propiedades medicinales es necesario, como mencionamos antes, activarlo previamente.
Aunque mucha gente no lo sabe, para llevar a cabo dicha activación, y que el ajo realmente libere sus nutrientes, es indispensable macharlo o triturarlo, debido a que al aplastarlo es cuando se libera la alicina.
Lo anterior se debe a que la alicina se encuentra encerrada en una especie de compartimento especiales que están en el diente de ajo, las cuales solo logran romperse cuanto éste se tritura, de acuerdo con información del canal Simple Blending. Además, es importante señalar que también ayuda dejarlo reposar durante uno o dos minutos, ya que dicha sustancia tarda en liberarse y al dejarlo reposar su concentración aumenta.
A pesar de que esta puede se considerada la forma correcta de consumirlo es probable que no suene nada atractivo, debido a que al hacerlo su sabor se intensifica sobre todo debido al hecho de que también es necesario consumirlo crudo.
Es por ello que una de las recomendaciones para comerlo es mezclarlo con un poco de miel y tragarlo rápido con un vaso de agua. También puede funcionar realizar la misma mezcla (o alguna otra de recetas que encuentres en internet) para preparar aderezos del ajo triturado, los cuales puedes añadir en ensaladas o como condimento frío de tus platillos.
Si bien es verdad que su sabor es fuerte y puede ser desagradable lo cierto es que se trata de uno de los mejores alimentos para reforzar el sistema inmune y prevenir enfermedades.
Por su parte, también cabe mencionar que su consumo regular puede hacer que la persona despida olor a ajo mediante el sudor por lo que quizá puedas regular su uso únicamente para temporadas de invierno o para casos particulares, como cuando desees combatir alguna enfermedad en especifico.
¿Cuáles son los beneficios del ajo?
A pesar de sus pequeños inconvenientes lo cierto es que estos pueden dejarse pasar si se toma en cuenta la enorme cantidad de beneficios que brinda a la salud.
Y es que al ajo se le atribuyen propiedades antimicrobianas, antioxidantes, antifúngicas, hipotensoras, antitrombóticas así como anticancerígenas, por mencionar algunas.
Es por esto que previene la aparición de una gran cantidad de enfermedades, entre las que se encuentra del tipo respiratorio y también se sabe que puede ayudar a prevenir la aparición del cáncer, de acuerdo con información de un estudio publicado en la revista científica Elsevier.