Javier Sicilia destroza a AMLO y critica su manejo del país en nueva carta; ¿qué fue lo que le escribió?

El poeta y activista llamó traidor a López Obrador y lo señaló de ser un megalómano

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La relación entre Javier Sicilia
La relación entre Javier Sicilia y AMLO siempre ha sido tensa. (CUARTOSCURO)

Javier Sicilia, poeta y activista, publicó una carta dirigida al presidente Andrés Manuel López Obrador en la que dirigió duras críticas a su administración al sostener que, a pesar de las promesas realizadas, el país continúa sumido en una crisis de violencia e inseguridad sin precedentes que se agudiza mientras el líder de la Cuarta Transformación ya alista sus maletas para dejar la silla presidencial.

En “Lo Dijimos. Séptima carta abierta a López Obrador”, que fue publicada en la revista Proceso, criticó fuertemente el manejo del gobierno respecto a la violencia y la involución de las políticas de seguridad. “Preferiste la traición y la complicidad con la muerte”, afirmó Sicilia, reflejando su desilusión y enojo ante lo que considera un abandono de los compromisos hacia las víctimas de la violencia en México.

Sicilia, conocido por su participación en el movimiento por la paz tras el asesinato de su hijo en 2011, recordó un encuentro en marzo de 2018 con el entonces candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, donde se discutió la imperiosa necesidad de adoptar una política de Estado basada en la Justicia Transicional para enfrentar la crisis de violencia en el país.

Julián LeBarón y Javier Sicilia
Julián LeBarón y Javier Sicilia durante la marcha por la Paz en el 2011. FOTO: IVAN STEPHENS/CUARTOSCURO.COM

“Yo sé qué hay que hacer para sacar adelante este país, pero sobre este asunto, no sé nada. ¡Ayúdenme!”, citó Sicilia las palabras de López Obrador, para después contrastar este momento de aparente apertura con la posterior falta de acción y seguimiento.

El activista denunció el abandono de promesas clave, como la creación de políticas efectivas orientadas a la verdad, la justicia y la reparación para las víctimas de la violencia y violaciones de derechos humanos, acciones que nunca se concretaron dentro del programa de gobierno lanzado en diciembre de 2018.

Sicilia señaló el establecimiento de una Comisión de la Verdad para Ayotzinapa como un esfuerzo aislado que no reflejaba un verdadero compromiso con la justicia transicional, criticando la coordinación de dicho esfuerzo por parte del subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, como contraproducente.

Además, el escritor abordó la militarización de la seguridad pública, una medida que, argumenta, ha profundizado la crisis humanitaria al entregar el control de instituciones civiles a las Fuerzas Armadas y socavar los esfuerzos de las víctimas y sus familias por construir instituciones de apoyo y justicia.

“Si no eres un dictador, tu megalomanía se asemeja bastante a la de ellos”, escribió, refiriéndose indirectamente a López Obrador y su administración.

Sicilia también rememoró los momentos de resistencia y búsqueda de justicia por parte de las víctimas de la violencia, como la marcha de enero de 2020 de Cuernavaca a Palacio Nacional tras la masacre de la familia LeBarón, que terminó en desprecio por parte del gobierno. Este acto simbolizó, según el poeta, la profunda desconexión y falta de sensibilidad del gobierno ante el sufrimiento de su población.

 Javier Sicilia acompañado de
Javier Sicilia acompañado de Julián LeBarón, familiar de los mormones asesinados en noviembre de 2020 en el estado de Sonora. EFE/ Mario Guzmán

El autor concluyó su advirtiendo que la actual trayectoria del país no sólo es el resultado de la administración actual sino también de un sistema político corroído cuyos problemas de fondo requieren una “refundación” que enfrente la captura del Estado por el crimen organizado y busque la restauración de la justicia a través de principios de justicia transicional.

“¿Quién, para usar el lenguaje de una de las candidatas, tendrá ‘los huevos’ o los ‘ovarios’ para llevarla a cabo y enfrentar al país con la horrible verdad que no nos hemos atrevido a mirar directamente, y con la inmensa justicia que nos debemos? Tú no los tuviste”, lamentó Sicilia, dirigiéndose directamente a López Obrador y, por extensión, a toda la clase política de México.

En un grito de desesperación y un llamado a la acción frente a la continua crisis humanitaria y de seguridad que vive México, Sicilia subraya en su carta la urgente necesidad de un compromiso real y efectivo con las víctimas de la violencia y con la recuperación del tejido social y político del país, esto con miras a la elección del 2 de junio que está cada vez más próxima.

La relación entre Sicilia y López Obrador

La imagen de AMLO rechazando
La imagen de AMLO rechazando saludar de beso a Sicilia no se olvida. Foto: X/@SanchezDeGres

La relación entre Javier Sicilia y López Obrador ha sido tensa y crítica a lo largo de los años. Sicilia, conocido por su lucha contra la violencia en México, especialmente tras el asesinato de su hijo en 2011, ha criticado abiertamente las políticas de seguridad de AMLO, argumentando que no han logrado reducir la violencia y el número de víctimas en el país.

Por su parte, López Obrador ha defendido su estrategia de seguridad, enfocada en abordar las causas fundamentales de la violencia, como la pobreza y la falta de oportunidades. Ha habido momentos en que Sicilia ha llamado a la unión y al diálogo, pero las diferencias en cómo abordar la seguridad y la justicia en México han mantenido la relación entre ambos personajes distante.

Uno de los momentos tensos entre ambos ocurrió hace años, cuando AMLO rechazó un beso del líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, durante un encuentro en 2011. Este hecho ocurrió en el contexto de una reunión en el Zócalo de la Ciudad de México, donde Sicilia buscaba acercamiento con distintos líderes políticos para promover un diálogo sobre seguridad y justicia en el país tras el asesinato de su hijo Juan Francisco Sicilia y otros jóvenes en Morelos.

El gesto de López Obrador de no aceptar el beso fue interpretado por algunos como una muestra de su postura reservada ante las manifestaciones públicas de afecto, mientras que otros lo vieron como un acto de respeto hacia sus convicciones personales. Este evento ha sido recordado como un momento significativo en las interacciones entre el activismo social y la política mexicana.

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