Andrés Salas, director del medio Noticias de Cuautla, sufrió un atentado en el que se le intentó asesinar, sin embargo, él no viajaba en su camioneta cuando hombres armados se acercaron y comenzaron a disparar contra ella. Los hechos ocurrieron en Cuautla, municipio de Morelos, por la tarde del pasado lunes.
En la camioneta del periodista, en donde se llevó a cabo el atentado, viajaban su hermano y su chofer. Este último, se dio a conocer, perdió la vida por las heridas, mientras que su hermano recibió un balazo en el brazo que lo ponía en riesgo de perderlo, declaró el propio periodista.
El comunicador, que se encontraba a tan solo unos metros de donde ocurrió el ataque armado, recibió protección municipal, y posteriormente, protección estatal. Se espera que este martes, el gobierno federal le proporcione protección para que esté seguro.
La mañana de este martes, el comunicador de Morelos habló con el periodista Luis Cárdenas, en su noticiero de MVS, donde aclaró que alrededor de las 6:18 de la tarde del pasado lunes él estaba en un evento de Morena que se realizaba a pocos metros de su casa. Su hermano y su asistente y chofer lo llevaron en su camioneta, y luego del evento, los mandó en la misma de regreso para que pudieran avanzar con el video. “Apenas saliendo, disparan en contra de mi camioneta, por supuesto que fue un ataque directo y por supuesto que fue un ataque en mi contra”, dijo el periodista.
Aseguró no saber quién intentó asesinarlo, y expresó que en las transmisiones en vivo que hace de nota roja, que es la fuente que cubre, siempre hay ‘haters’, sin embargo, nunca hubo una amenaza directa. Dijo que en la actualidad, en Cuautla, hay tres grupos delictivos que se pelean la plaza y “hoy ni siquiera se sabe por dónde, es más, no sé si fue el crimen organizado el que realizó esto”.
Señaló que genera reacciones con lo que publica en el medio que dirige, y hay gente de la política a la que no le agrada lo que dice.
Dijo que tenía el mecanismo federal de protección a periodistas activado, ya que hace seis meses fue agredido por agentes de la Fiscalía Anticorrupción del Estado, y le fijaron un botón de pánico. Sin embargo, el lunes, durante el atentado que sufrió, no sirvió de nada este botón, pero el pasado lunes se comunicó con él gente del mecanismo federal y estarán en unas horas en su casa, donde lo resguardaban policías municipales y estatales. Dijo que ni él ni su familia se pueden quedar en Cuautla, pues si intentaron matarlo van a buscar hacerlo.
Explicó que “vale la pena no callarnos, vale la pena decir la verdad y vale la pena que la gente esté enterada de lo que ocurre, si nos callamos nosotros, después cómo se va a poder defender o cómo se va a poder enterar la ciudadanía de lo que pasa realmente, lo que ayer viví es algo que no le deseo a ningún compañero ni a nadie, pero es lo que he vivido, viendo, durante más de dos años que la violencia se agudizó en Cuautla”, explicó.