Este es el macabro dato sobre Teotihuacán que quizá no conocías

Durante muchos años se pensó que esta ciudad no realizaba este tipo de rituales; sin embargo, recientemente se encontró información que demostró lo contrario

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Teotihuacán es una de las
Teotihuacán es una de las zonas arqueológicas más importantes de México (INAH)

Teotihuacán es una de las zonas arqueológicas más importantes que existen en el país, debido a su majestuosidad y también a que fue una civilización aún mas antigua que Tenochtitlán, considerada como la más grande de América durante su época.

Sin embargo, a pesar de su grandeza e importancia, existen muchas incógnitas respecto a ella debido a que no son muchos los vestigios que quedaron de la civilización que la habitó y también a que esta desapareció muchos años antes de la llegada de los mexicas, pues la ciudad ya se encontraba en ruinas cuando ellos la vieron por primera vez.

Y, aunque quizá mucha gente no lo sabe, durante mucho tiempo se pensó que esta ciudad no había practicado sacrificios humanos, por lo que se le había calificado como una civilización avanzada para su tiempo.

Sin embargo, entre el año 1998 y el 2004 una serie de excavaciones lo cambiaron todo, pues los arqueólogos Rubén Cabrera y Saburo Sugiyama encontraron pruebas irrefutables no solo de que sí habían practicado el sacrificio humano sino que era una práctica común que se realizaba con regularidad.

Teotihuacán fue abandonada mucho tiempo
Teotihuacán fue abandonada mucho tiempo antes de que los mexicas la descubrieran Crédito: X/@FototecaINAH

Uno de los primeros rastros de esta práctica fue hallada en la pirámide de la Luna, donde los arqueólogos antes citados, hallaron ofrendas que incluían cadáveres de personas externas a Teotihuacán, a quienes calificaron como posibles extranjeros capturados en guerra, quienes tenían entre 15 y 35 años y que fueron encontrados con las manos atadas en la espalda, lo que se probablemente se realizó para señalar su posición de sumisión.

Por su parte, esta ofrenda también incluía los restos de animales entre los que se encontraron 14 cráneos de lobo, tres de puma y uno que posiblemente pertenece a un jaguar, animales que en muchas culturas mesoamericanas estaban asociados con el poder, la guerra y la protección en el más allá.

En dicha tumba se descubrieron los restos de tres hombres dispuestos en la posición de “flor de loto”, una postura que, tanto en el mundo maya como en otras culturas mesoamericanas, estaba reservada exclusivamente para figuras de alta jerarquía como dioses y gobernantes. Este dato es de particular interés, ya que sugiere la posible prominencia o relevancia ritual de estos individuos dentro de su sociedad.

Gráfico que muestra los restos
Gráfico que muestra los restos hallados en la pirámide de la Luna (Pueblos Originarios.com)

Sacrificios hallados en el Templo a Quetzalcóatl

Pero los restos antes mencionado no fueron las únicas pruebas halladas de la realización de sacrificios en la civilización de que habitó Teotihuacán sino que otras excavaciones realizadas en la Ciudadela, área reconocida como el núcleo económico y político de su respectiva ciudad, han permitido a los arqueólogos descubrir evidencias significativas sobre las prácticas bélicas y rituales del sacrificio, pilares fundamentales en la consolidación del poder de la civilización que habitó el lugar.

En particular, cerca del templo dedicado a Quetzalcóatl, la deidad mesoamericana asociada a la creación y a la guerra, se encontraron 126 esqueletos de hombres jóvenes que aparentemente fueron víctimas de sacrificios. Estos hallazgos estaban acompañados de diversas ofrendas de índole guerrera, lo cual refuerza la teoría de que estos sacrificios tenían un propósito profundamente ligado a la esfera militar y religiosa de la sociedad.

Ofrenda encontrada en la zona
Ofrenda encontrada en la zona arqueológica de Teotihuacán que debió haber tenido una importante posición social debido a su vestimenta (S.Shepherd)

Estos descubrimientos no solo proporcionan una ventana invaluable al entendimiento de las prácticas rituales y la importancia del conflicto bélico en las antiguas civilizaciones mesoamericanas, sino que también destacan el papel central de la religión y la guerra en la estructuración de su orden social y político. Los sacrificios humanos, en este contexto, parecían ser no sólo como actos de devoción religiosa sino también como una estrategia para infundir temor en los enemigos y fortalecer la cohesión dentro de la comunidad a través de la ceremonia y el sacrificio compartido.

El hecho de que esta información se encontrará oculta durante tanto tiempo se debió al hecho de que los restos, tanto humanos como animales, de estos sacrificios, se mantuvieron ocultos en túneles y zonas en las pirámides cuya existencia se desconocía y que fueron revelándose con el tiempo, sobre todo debido al desgaste de la mismas pirámides, que permitió encontrar cavernas desconocidas donde se encontraban las ofrendas.

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