Hernán Cortés llegó a México el 21 de abril de 1519 y atracó sus embarcaciones frente a la costa de Chalchicueyecan, en el actual territorio del estado de Veracruz. Dos años más tarde Tenochtitlan, ciudad prehispánica de la capital del país, cayó.
Pero Tenochitlan no fue la única urbe en caer a la llegada de los españoles., sino que en el resto del país muchos pueblos corrieron la misma suerte. Tal es el caso del señorío Cuauhnáhuac, donde Hernán Cortés mandó a construir un palacio para su esposa, la marquesa Juana Zúñiga Ramírez de Orellano y su hijo, Martín Cortés.
El asentamiento tlahuica destruido por los europeos era donde se recolectaban tributos de las poblaciones que dependían de Cuauhnáhuac. Sobre sus ruinas fue construido un palacio-castillo que fue habitado por varias generaciones de la familia de Cortés.
Este inmueble es uno de los más antiguos del siglo XVI y fue una de las primeras plazas de armas construidas después de la Villa Rica de la Vera Cruz. Pero, ¿dónde está y cuál es historia?
El Palacio de Cortés está en Cuernavaca y actualmente es un recinto cultural llamado Museo Regional de los Pueblos de Morelos. Hoy alberga una importante colección arqueológica y murales de Diego Rivera.
La historia de Palacio de Cortés
Hernán Cortés se adjudicó los terrenos conquistados en Cuauhnáhuac. Sin embargo, por un tiempo estuvo bajo el poder de Fray Pedro Melgarejo de Urrea, mientras él estaba de expedición en Las Hibueras, Honduras.
Tras su vuelta a México en 1531, Hernán Cortés, ennoblecido, procedió a expandir su residencia en Cuernavaca. Esta ampliación pretendía ofrecer un hogar digno para su esposa, Juana Zúñiga Ramírez de Orellano y para su hijo, Martín Cortés. Este último nació en dicha morada en 1532, y la obra finalizó tres años después, en 1535.
La edificación, que se extendió desde 1531 hasta 1535, destaca por una inscripción hecha por manos indígenas encontrada en las columnas de la galería este, en el segundo piso. Dicha inscripción, que marca la fecha de culminación del proyecto, está fechada en el año 4 caña, nahui-ácatl, equivalente a 1535 .
Respecto a la herencia del palacio, en 1547, tras el fallecimiento de Cortés, su hijo Martín Cortés, el segundo marqués del Valle de Oaxaca, hereda el título. Juana Zúñiga Ramírez de Orellano, la viuda, exige la custodia y reside en el palacio hasta 1568. Martín Cortés, quien había estado encarcelado bajo la acusación de conspiración contra la corona pero luego fue exonerado, regresa a México para reclamar sus propiedades. En su testamento de 1589, se mencionan reparaciones y modificaciones al palacio. La herencia pasa luego a Fernando, el tercer marqués, quien fallece en Madrid en 1602, y posteriormente al hermano menor de este, Pedro, cuarto marqués del Valle, fallecido en Italia en 1609.
En las décadas posteriores el Palacio de Cortés tuvo diversos. Por mencionar uno, durante la Guerra de Independencia (1810-1821) sirvió como Cárcel Real y el INAH estima que posiblemente en esta etapa sufrió importantes daños en su estructura.