Cómo fue la infancia de Serafín Zambada, hijo menor de El Mayo

“El Sera” se declaró culpable de tráfico de drogas ante autoridades de EEUU pero años antes tuvo que cuidarse de la violencia derivada de las pugnas entre grupos criminales

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Serafín Zambada tuvo que ocultarse mientras otros niños jugaban futbol 
(Foto: Archivo)
Serafín Zambada tuvo que ocultarse mientras otros niños jugaban futbol (Foto: Archivo)

Ismael El Mayo Zambada es uno de los líderes del Cártel de Sinaloa y un hombre que nunca ha pisado la cárcel a pesar de que por información que lleve a su captura las autoridades estadounidenses ofrecen una recompensa millonaria. Varios son los hijos del capo.

El más joven de los hijos del Mayo, al menos de los que se tiene conocimiento, es Serafín Zambada Ortíz, también conocido como El Sera y/o El Flaco, un hombre que fue detenido en noviembre de 2013 en la frontera entre Nogales y Tucson, Arizona. Posteriormente fue entregado en extradición a las autoridades de EEUU. El Sera se declaró culpable de narcotráfico en 2014

Su madre es la psicóloga Leticia Ortiz Hernández. Serafín Zambada nació en 1990 en San Diego, California y tan solo dos años después estuvo cerca de un hecho violento.

La infancia del hijo más joven del Mayo Zambada

"El Mayo" Zambada nunca ha pisado la cárcel 
(Foto: archivo Infobae)
"El Mayo" Zambada nunca ha pisado la cárcel (Foto: archivo Infobae)

Uno de los episodios de la infancia de El Flaco ocurrió cuando tenía dos años de edad (en 1992) y estaba en su fiesta de cumpleaños. En dicha ocasión la fiesta fue celebrada en Culiacán, sitio donde los asistentes a la celebración escucharon un fuerte ruido: se trataba de un coche bomba que buscaba hacer daño a los presentes. Sobre este atentado la madre de Serafín acusó que sería responsabilidad de los Arellano Félix.

Pero el coche bomba no sería el único acto de violencia en contra de sus familiares, pues cuando Serafín Zambada tenía nueve años fue con su madre a tratar un caso de varicela, para lo cual salieron de su habitación de hotel. Pero a dicho sitio llegaron sujetos que accionaron sus armas en contra de sus abuelos y tíos, según registró el medio Los Angeles Times.

Dicho medio también detalló que la vida de El Sera estuvo llena de cambios de hogares, derivado de la violencia que implica ser un familiar de una de las personas más buscadas. En algunas ocasiones el hijo más joven del Mayo tenía que ocultarse mientras otros niños podían hacer otras cosas simples como jugar futbol. “Vivía en una jaula dorada con lujos que eran inútiles”, destacó Los Angeles Times.

La madre de Serafín es Leticia Ortiz Hernández
(Foto: Infobae)
La madre de Serafín es Leticia Ortiz Hernández (Foto: Infobae)

Antes de que Serafín Zambada fuera condenado por narcotráfico en Estados Unidos su madre envió una carta a las autoridades donde rescataba parte de lo que había vivido ella y su hijo por el cual pedía clemencia.

“Los mismos hombres que no hacía mucho apadrinaron a nuestros hijos en la iglesia y prometieron criarlos para ser buenos católicos, ahora intentaban matarlos”, Leticia Ortiz Hernández, en una misiva enviada a un tribunal federal en San Diego, según detalló en su momento el portal Univision Noticias.

En otras cartas también se menciona que Serafín tuvo que alejarse de actividades como el futbol debido a las pugnas entre grupos criminales, incluso tuvo que dejar de asistir a la escuela. A decir del hijo del Mayo, hubo un tiempo en el que las únicas personas con las que podía tener contacto, y que no formaban parte de su familia, eran los hombres encargados de su seguridad.

Serafín Zambada fue alumno en la Universidada Autónoma de Sinaloa (UAS), hecho que fue reconocido por uno de quien fue uno de sus profesores y posteriormente llegó a ser rector de la institución educativa, Juan Eulogio Guerra Liera.

“Fue uno de los alumnos, creo que fue en el 2011, 2012, no lo recuerdo bien que llevó una materia conmigo y a la misma vez llevó materias con otros cinco maestros y fue un alumno normal, regular”, señaló Juan Eulogio Guerra, destacó el medio El Debate.

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