Qué es el fracking, la técnica de extracción de gas y petróleo que AMLO busca prohibir con reforma constitucional

El presidente Andrés Manuel López Obrador presentó recientemente una serie de iniciativas dentro de su paquete de reformas que fueron enviadas al legislativo, entre estas, el mandatario federal anexó la prohibición del método de fracking o también conocida como fractura hidráulica, con la cual se lleva a cabo el proceso de exploración y explotación de hidrocarburos.

La propuesta presentada por el presidente de la República tiene relación con el cuidado del medio ambiente y se trata de un compromiso que ya había anunciado previamente, pues durante su campaña antes de ganar la elección de 2018, presentó una iniciativa similar, en la que aseguró que prohibiría los métodos de extracción de materias primas que afecten a la naturaleza y las vertientes de agua, como lo que genera el fracking.

Para conseguir que la iniciativa se convierta en una realidad, el presidente busca reformar el artículo 27 de la Constitución, la cual dicta: “la propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los límites del territorio nacional, corresponde originariamente a la Nación, la cual, ha tenido y tiene el derecho de transmitir el dominio de ellas a los particulares, constituyendo la propiedad privada”.

De acuerdo con la Alianza Mexicana contra el Fracking, esta actividad es también conocida como fractura hidráulica y es una técnica que parte de la perforación de un pozo vertical hasta alcanzar la formación de gas o petróleo. Posteriormente, se realizan una serie de perforaciones horizontales que pueden extenderse por varios kilómetros en diversas direcciones.

Por medio de los pozos horizontales se fractura la roca con la inyección de una mezcla de agua, arena y sustancias químicas a elevada presión que fuerza el flujo y salida de los hidrocarburos de los poros; sin embargo, se trata de un flujo que disminuye muy pronto, por lo que es necesario perforar nuevos pozos para mantener la producción de los yacimientos. Por esta razón, la fracturación hidráulica conlleva la ocupación de una gran extensión correspondiente al territorio.

La Alianza Mexicana contra el Fracking refirió que esta técnica de extracción de hidrocarburos puede tener una serie de implicaciones negativas para el medio ambiente y la salud de las personas, como lo son:

- Impactos sobre la salud: expertos han dado a conocer que por lo menos el 25 por ciento de las sustancias que se utilizan en las mezclas de perforación puede causar cáncer e incluso mutaciones; el 37 por ciento puede llegar a afectar al sistema endocrino; el 40 por ciento puede provocar alergias y el 50 por ciento pueden dañar el sistema nervioso.

- Emisiones de gases: el 90 por ciento de las emisiones en el proceso de obtención del gas es metano (CH4), también se emite dióxido de azúfre (SO2), óxido de nitrógeno (NO) y compuestos orgánicos volátiles. Por lo anterior, el proceso completo que se realiza para la explotación y obtención de los hidrocarburos contribuye en gran medida a la aceleración del cambio climático.

- Disminución de disponibilidad de agua: tan solo la fracturación de un pozo necesita entre nueve y 29 millones de litros de agua, por lo que ello acarrea la disminución de la cantidad de agua disponible, lo que a largo plazo pondría en peligro los ecosistemas y la realización del derecho humano al agua y a la alimentación.

- Sismos: a consecuencia de que la industria no puede tratar los grandes volúmenes de aguas residuales que se generan a partir del método, lo que se hace es hacer uso de pozos de inyección para deshacerse del agua contaminada. Dichas aguas pueden llegar a desestabilizar fallas geológicas y provocar sismos.

- Otras afectaciones: a la lista de afectaciones que puede llegar a representar esta actividad se le puede sumar el deterioro de la infraestructura carretera por el impacto de los viajes que se realizan por pozo de camiones de gran tonelaje.