El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) presentó el miércoles 7 de febrero su nuevo libro, ¡Gracias!. Por medio de sus redes sociales el mandatario compartió un video donde ofreció detalles de su última obra, la cual dedicó a los jóvenes mexicanos.
“No hay que dejar de hablarle a los jóvenes. A ellas y ellos está dedicado este último libro”, escribió en su cuenta de X (antes Twitter).
“Está dirigido, dedicado a los jóvenes, porque creo que hay algunas enseñanzas que les van a ayudar. Sobre todo a los que quieren dedicarse al noble oficio de la política, que es tan improtante, tan humana, tan limpia que ni los más sucios políticos han podido manchar. En esencia la política es hacer historia, es servir al prójimo, a nuestros semejantes, tiene mucho que ver con los ideales y con la mística”.
Adelantó que los lectores encontrarán a través de las hojas un repaso por su vida pública durante los últimos años. Además espera que las nuevas generaciones se vean inspiradas por sus palabras y experiencias plasmadas en ¡Gracias!.
Este último libro sobre polítca del presidente Andrés Manuel López Obrador, consta de 555 páginas distribuidas en 20 capítulos. Será publicado el 10 de febrero a través de la Editorial Planeta y tendrá un precio de 298 pesos.
Para finalizar, el titular del Ejecutivo seleccionó un poema de agradecimiento que ha pasado a la historia por la carga emocional, reflexiva y fuerza que tiene impregnada en sus rimas. “Miren cómo termino, con un poema de Amado Nervo, titulado ‘En Paz’”.
La composición poética pertenece a Amado Nervo, un destacado poeta, periodista y educador mexicano, nacido el 27 de agosto de 1870 en Tepic, Nayarit. Actualmente es considerado una de las figuras más importantes del modernismo literario en lengua española.
“En Paz” de Amado Nervo
El poema con el que AMLO cierra su sexenio y se despide de los mexicanos, es “En Paz”, escrito por Amado Nervo el cual fue publicado en 1916 en el libro Elevación.
Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
Porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
... Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!