La credencial de elector es uno de los documentos indispensables para realizar cualquier trámite, pues en ella es posible encontrar datos sobre el domicilio del portador, fecha de nacimiento, pero también el nombre completo, el cual puede ser usado para delitos.
Pese a su versatilidad, la credencial de elector también es uno de los documentos más fáciles de extraviar, algo que en ocasiones suele ser minimizado por los ciudadanos.
Sin embargo, esta situación puede traer consigo temas graves como lo es la suplantación de identidad, un delito recurrente y que facilita el robo de miles de pesos.
En entrevista con Milenio, Fernando Paulín, quien es CEO y cofundador de un buró de fraude digital denominado Trully, el robo de identidad a menudo deriva en solicitudes de créditos por varios miles de pesos.
Fernando Paulín reveló la forma en la que operan, con el uso de nombres, direcciones e incluso de los rostros de las personas propietarias de la credencial de elector.
Explicó que una persona puede suplantar la identidad usando únicamente una identificación, a la cual se le modifica únicamente la fotografía, para realizar trámites antes instituciones financieras.
El CEO y cofundador de Trully dijo a Milenio que en años recientes se ha visto un incremento en el robo de identidad con la finalidad de realizar fraudes, en un hecho que afecta también a las instituciones financieras dado el aumento en su cartera vencida.
En números, el directivo reveló que hay instituciones que pierden mensualmente hasta 4.1 millones de dólares por este tipo de delitos, en un hecho que también incrementa los niveles de riesgo para las compañías, obligándolas a tomar medidas que afectan a otros usuarios.
La Procuraduría de la Defensa del Contribuyente ha advertido que este tipo de prácticas no sólo representa un problema fiscal para las personas que ven suplantada su identidad, sino también afecta su esfera jurídica y ve su patrimonio en peligro.
Para su atención ha puesto a disposición de la población diversos protocolos con los que se permite la atención de contingencias como lo son actos de cobro, embargo de bienes, cuentas bancarias a nombre del pagador de impuestos, emisión y recepción de comprobantes fiscales, entre otros.