Luego de que Miguel Ángel Treviño Morales negara ser el líder del Cártel de los Zetas, su abogado Juan Manuel Delgado explicó las razones por las que su defendido dijo no ser el sanguinario Z-40, señalado de ordenar la masacre de más de 200 migrantes en el municipio de San Fernando, Tamaulipas, cuyos cuerpos fueron hallados en fosas clandestinas en 2010.
“Es necesario precisar que no se trata sólo de que mi patrocinado afirme no ser la persona de apodo el Z-40, sino que él y su defensa comprobaron ante diversos tribunales, por vía judicial, mediante el ejercicio probatorio, que el señor Miguel Ángel Treviño Morales, no es la persona que corresponde a estos apodos, sino que existe otra persona del mismo nombre con características físicas completamente distintas a las de mi defendido. Una persona que sí es el líder de los Zetas”, declaró el abogado Delgado a Milenio Televisión que pidió el uso de réplica.
Resaltó que ante Tribunales Judiciales del Poder Judicial de la Federación se estableció de manera clara que la descripción física de testigos protegidos no corresponden con las Z-40 y las de su cliente.
“La Fiscalía ofreció como prueba en los diversos procesos que le fueron abiertos a él, más de trece. Las declaraciones de diferentes testigos protegidos, entre ellos, los de clave confidencial: Karen, Paco Rafael, Tiburcio, Venus, Tauro (...) entre otros. Las discrepancias que existen entre una persona y otra, es decir, las de mi defendido y las que los testigos protegidos señalan como el Z-40, son muchas”.
Agregó que los testigos clave mencionan que Miguel Ángel Treviño Morales tiene una cicatriz de herida de bala en el costado derecho.
“El testigo Octavio, incluso, dice que debajo del brazo, del costado derecho y va más allá, dice que (la herida) alcanzó el antebrazo. El testigo Tauro afirmó que tiene una cicatriz a la altura del ombligo hacia la boca del estómago de más de diez centímetros. Los testigos que mencionaba: Rafael, Paco y Tauro manifestaron que la persona que conocen como El Z-40 tiene como característica un tatuaje en el pecho. Los tres coinciden en que conocieron a esa persona, de apodo Z-40, en distintas temporalidades, circunstancias y lugares, como miembros de la organización criminal los Zetas”.
El abogado señaló que todos estos testigos manifestaron que el Z-40, era una persona que media entre 1.85 metros de estatura, de complexión atlética, barba cerrada y de colores de piel clara o morena clara.
“No es que mi defendido afirme no ser el Z-40 como una estrategia de defensa, sino que se afirma como una verdad jurídica establecida por diferentes jueces y magistrados y que fue comprobable de forma judicial sin que la Fiscalía, aún y cuando pudiera, aportara pruebas que demostraran lo contrario. Incluso, a mi defendido se le realizaron diversas inspecciones judiciales en los cuales se determinó, entre otras cosas, que no cuenta con cirugías ni impactos de bala en ninguna parte de su cuerpo, ni tampoco con los tatuajes que mencionan los testigos protegidos”, abundó Juan Manuel Delgado.
Dijo que se determinó que no se practicó ningún tipo de procedimiento para la remoción de los tatuajes y se determinó también, mediante inspección judicial, que su color de piel (de su defendido) es moreno.
“No tiene vello facial o barba, que mide 1.73 de estatura y que a su dicho, siempre ha tenido sobrepeso, no es una afirmación subjetiva es jurídica”, acotó.
Aseguró que esta afirmación jurídica quedó asentada en resoluciones judiciales del magistrado del Tribunal Unitario del Decimonoveno Circuito y del juez primero de distrito en Materia de Proceso Penales Federales del estado de Tamaulipas.
“Esa misma consideración ha sido aceptada y retomada por más de 20 jueces y magistrados en Jalisco, Estado de México y Tamaulipas. Existen más de trece resoluciones judiciales en las que se sustenta lo que en este momento que mi defendido no es el líder de Los Zetas”, finalizó.
Miguel Ángel Treviño Morales, una de las figuras más notorias del crimen organizado en México, ha marcado su trayectoria con constantes cambios de prisión desde su captura en Nuevo Laredo, Tamaulipas, en julio de 2013. Su detención significó un golpe importante para el crimen organizado, dada su prominente posición dentro de la estructuración delictiva en el país. Actualmente, se encuentra recluido en el Centro Federal de Readaptación Social Cuatro “Noreste” en Tepic, Nayarit, tras un sinfín de traslados entre algunas de las más rigurosas instalaciones penitenciarias de México.
El gobierno mexicano, en la época de su detención, ofrecía una recompensa de 30 millones de pesos por información que condujera a su captura, mientras que la administración de Estados Unidos ofrecía una suma equivalente a cinco millones de dólares. Este nivel de recompensa subraya la significativa amenaza que Treviño Morales representaba para ambos países.
En enero de este año, Treviño Morales logró una suspensión provisional que frenó temporalmente su extradición a Estados Unidos, aunque no consiguió una suspensión definitiva.