Murió la mañana de 19 de junio de 1867, fusilado en el Cerro de las Campanas, en Querétaro, al lado de sus generales conservadores Miguel Miramón y Tomás Mejía.
Maximiliano y Carlota, en su breve paso por México, estuvieron en diversos lugares que actualmente son muy conocidos por los habitantes del país. Estos son cinco lugares que visitaron:
Palacio Nacional
Este fue el primer lugar al que llegó la pareja real en la Ciudad de México. Existe una anécdota que se cuenta de la primera noche que pasaron en el Palacio Nacional, que ellos bautizaron como Palacio Imperial. Y es que, presuntamente, la cama en la que dormirían estaba infestada de chinches, por lo que tuvieron que escoger otro lugar para descansar.
Carlota habría dormido en un sillón, mientras que Maximiliano escogió una mesa de billar para dormir.
En las fiestas navideñas de 1865, la pareja habría organizado una posada tradicional mexicana en Palacio Nacional. Se dice que a los emperadores les gustó tanto esta tradición que decidieron realizar una, a la que acudió la aristocracia mexicana en sus lujosos carruajes. Fue animada por una banda de músicos belgas y se hicieron cantos tradicionales.
Paseo de la Reforma
Lo que ahora es conocido como Paseo de la Reforma, una de las avenidas más importantes de México, que atraviesa algunos de los lugares más emblemáticos del país, en un principio fue llamado Paseo de la Emperatriz y se construyó por órdenes de Maximiliano para conectar al Palacio Nacional con el Castillo de Chapultepec.
El diseño de la avenida se hizo al estilo europeo, con glorietas, esculturas y bulevares ostentosos.
Peñón de los baños
El Peñón de los Baños se encuentra en lo que hoy es la alcaldía Venustiano Carranza. Un lugar con aguas termales del que se sabe, era muy visitado por Moctezuma, el antepenúltimo emperador mexica.
Se dice que el efecto de las aguas de este lugar es medicinal y también se volvió uno de los lugares favoritos de los emperadores europeos.
Tepito
Carlota, como emperatriz, recorrió varios lugares de la capital para conocer los diferentes hábitos y costumbres que tenían los pobladores. Se dice que en uno de sus paseos le pidió a su chofer que diera vuelta en el barrio de Tepito. Sus cortesanas, que siempre la acompañaban, al ver esto quedaron sorprendidas.
La primera parada de Carlota, presuntamente, habría sido en una pulquería del lugar. Ya había probado el pulque, pero en ese momento decidió probarlo de un lugar tradicional del barrio. La gente se sorprendió al verla, y la recibieron con aplausos y gritos, sin embargo, hay quienes aseguran que esto solo fue una leyenda.
Castillo de Chapultepec
La residencia de la pareja imperial fue el Castillo de Chapultepec. El lugar que había sido sede del Colegio Militar fue mandado a remodelar por los mismos emperadores, porque, se dice, la construcción del Palacio Nacional, rebautizado como Palacio Imperial, se encontraba bastante deteriorado.
También se cuenta que los emperadores fueron los encargados de embellecer los jardines de Chapultepec. A petición de Carlota, Maximiliano habría traído jardineros desde Austria para que el lugar se convirtiera en un sitio memorable.