Cae ‘El Garrobo’, jefe de sicarios del Cártel de Zicuirán y cercano a ‘Migueladas’

Como resultado de un operativo conjunto, el Ejército Mexicano y la Guardia Civil de Michoacán capturaron a Rodimiro Sánchez Maciel, alias ‘El Garrobo’ o ‘El Loco’, ubicado como presunto jefe de sicarios del Cártel de Zicuirán.

Según el reporte oficial, su detención ocurrió a las 18:30 horas del 6 de febrero en el municipio de Múgica. Después de ser asegurado, ‘El Garrobo’ quedó a disposición de un agente del Ministerio Público en Apatzingán.

Al inspeccionar el inmueble en el que fue aprehendido, las fuerzas federales localizaron dos armas largas, decenas de cartuchos útiles de distintos calibres y varios cargadores, arsenal que quedó bajo resguardo.

Informes de seguridad retomados por El Sol de Morelia señalan que ‘El Garrobo’ sería uno de los hombres de mayor confianza de Miguel Ángel Gallegos Godoy, alias ‘El Migueladas’, líder del Cártel de Zicuirán —también conocido como Cártel de La Huacana—.

Presumiblemente, ‘El Garrobo’ recibía órdenes directas de Gallegos Godoy y formaba parte de su primer círculo de aliados en Tierra Caliente y la zona serrana del estado.

Nacido en el ejido Copales del municipio de La Huacana, ‘Migueladas’ es un poderoso capo que ha logrado mantenerse a salvo gracias a sus nexos con las autoridades locales.

Durante años pasó desapercibido gracias a su imagen de acaudalado empresario y conexiones con políticos. En 2014 un párroco de Apatzingán lo acusó de ser el jefe criminal más custodiado por el gobierno de Michoacán.

Reportes de inteligencia de 2017 lo ubicaban como propietario de amplios terrenos dedicados a la siembra de melón, así como el “patrón” de La Huacana, Churumuco, Gabriel Zamora, Huetamo, Aria de Rosales, Turicato y Múgica.

Después de vincularse con jefes de los Caballeros Templarios y líderes de autodefensas, ‘Migueladas’ consolidó el Cártel de Zicuirán aproximadamente en 2019.

Actualmente, esta organización es una de las que pretende impedir el asentamiento del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) en Michoacán. La disputa de las plazas en el estado —en la que también participan los Cárteles Unidos— ha sumido a diversas comunidades en una ola de violencia y extorsiones.