“Los maderenses tenemos que seguir trabajando para la comunidad maderense”: Rubén Linares

Rubén Linares nació en la Ciudad de México, en la colonia Valle Gómez, alcaldía Cuauhtémoc. Sin embargo, desde que tenía cuatro años de edad, sus padres decidieron cambiar de residencia, a la alcaldía Gustavo A. Madero, en la zona de Aragón, lugar en el que vive desde entonces.

Linares Flores ejerce el cargo de director general de Desarrollo Social de la GAM. Desde el mes de octubre de 2018, el actual alcalde, Francisco Chiguil, le pidió estar al frente de ese cargo.

En entrevista para Infobae México cuenta que el área que encabeza se encarga de diversos programas sociales para mejorar la vida de los habitantes de la alcaldía, ubicada al norte de la Ciudad de México, colindante con algunos de los municipios más importantes del Estado de México, como Ecatepec.

“Los programas más sensibles que atienden a la comunidad de manera más directa, tanto en el ámbito de la educación, como es la relación con las escuelas de educación pública, desde jardín de niños hasta bachilleratos, e incluso, las universidad que hay por aquí, del Politécnico, de la Universidad, de la Universidad de la Ciudad de México, la parte de servicios médicos, también nos vinculamos con los espacios que tenemos aquí, de la alcaldía, tanto propios, las diferentes unidades médicas, pero también tenemos relación con la Secretaría de Salud y su brazo, aquí en la alcaldía, que es la jurisdicción sanitaria”, comenta.

Señala que estos últimos coordinan todos los centros de salud, y a su vez las instancias de Salud que hay en la GAM.

Habla sobre la parte del deporte, que también tiene que ver con el área de la que se encarga. “La parte de los deportes, vemos las instalaciones deportivas que hay en la alcaldía, vemos también las instalaciones culturales que existen en ellas y su operación”.

Por otra parte, la Dirección General de Desarrollo Social de la GAM también es la encargada de llevar brigadas de salud a las comunidades e implementan programas de diverso equipo. “Desde apoyos a la comunidad que requieren aparatos ortopédicos, sillas de ruedas, auditivos, muletas, andaderas, bastones, igualmente nos relacionamos con apoyos a la comunidad indígena, a los pueblos y barrios originarios, a través de sus carnavales, en fin, vemos todo lo que es social, cultural y deportivo, salud y educación”.

A Linares, siendo muy joven, le interesó la problemática que tenía en su entorno, en su caso, la calle en la que vivía: su iluminación, el drenaje, entre otros. Eso despertó en él el interés por la participación social. “Las primeras incursiones que hice en el trabajo comunitario, fue a través de las jefaturas de manzana, competí por la jefatura de manzana, la gané en mi manzana, donde viví, y eso me permitió acercarme a otros liderazgos en la colonia, y esa cercanía con ellos me aproximó también a la organización social, que se realiza o se necesita hacer, a efectos de hacer fuerza y pedirle al gobierno la solución de los problemas.

“En esa ruta, fuimos aprendiendo cómo funcionan las instancias gubernamentales en el primer nivel de gobierno, y fue que nos involucramos en su trabajo. A partir del 97, que el gobierno de la ciudad, llamado en esos días Departamento del Distrito Federal, fue ganado por primera vez por la izquierda, nos acercó en esa red de relaciones y de conocimiento de liderazgo sociales y políticos, nos acercó por primera vez a la oportunidad de insertarnos a la administración pública, en instancias de Gobierno, y ello nos abrió la puerta”, comenta.

Comenzó con un cargo “marginal” pero sustantivo, según sus propias palabras, pues lo invitaron a participar para ayudar en una dirección territorial en donde “lo sustantivo” que le pareció al director territorial de esos días fue ayudarle con la relación con la comunidad.

“Dada la experiencia que yo ya había adquirido, para el 2000 yo ya traía ocho, nueve años de trabajo social, con distintos liderazgos. Conocía a los que habían gobernado, del Revolucionario Institucional, como conocía a los nuevos, a los emergentes, y bueno, yo hasta me sentía parte de ellos, eso ayudó, me invitaron a participar, ayudé bastante en esa parte, y pasaron tres, cuatro directores territoriales, y con cada uno de ellos, vieron lo útil que yo podía serles en esa relación con la comunidad, y ahí perduré por cuatro años, que en términos de gobierno, es muy intensa la vida que se experimenta en esas circunstancias, y a partir de ahí, de ser el chalán del chalán, fui aprendiendo cómo se trabaja al interior, cómo se atiende, o se debe atender a la comunidad, que se acerca a pedir un apoyo, a pedir una solución a cualquier problema, y eso me fue dando los elementos para poder servir más, se más útil a la gente”, comenta.

Además del cargo que tiene actualmente, ha tenido otros dentro del servicio público. En el año de 1997 fue apoyando en labores de las casas de atención a la ciudadanía, que el diputado federal tuvo en la zona en la que vivió. Luego, en la administración pública como tal, un cargo de honorarios hasta el 2006, donde lo invitan a participar con un nivel significativo, cuando fue director de cultura y deportes de la Gustavo A. Madero, y eso le abrió el panorama sobre las dificultades que se viven en el deporte a nivel básico.

Asegura que en el deporte en México, se escucha continuamente la frase “jugamos como nunca, perdimos como siempre”, misma que tiene una explicación para él. “En nuestro país, en nuestra ciudad, no existe una estructura que vincule a los niños, jóvenes, sus cualidades y sus talentos, para que puedan ser canalizados de manera sistemática, organizada, planificada, hacia niveles de competitividad, de mayor nivel cada vez, según su edad, según sus capacidades, no lo existe, sigue siendo un área donde cuenta mucho el esfuerzo de los padres para acercar a los jóvenes a esos niveles de competición.

“Si no hay una posibilidad de los padres, el joven, el pequeño, por mucho talento que pueda tener, no va a llegar a los niveles requeridos, luego entonces, no tenemos un semillero real que permita trabajar lo mejor que podamos tener”, señala.

Cuenta que así como en el deporte, lo mismo sucede en la cultura. Habla sobre el sistema de salud, mal planeado y muy deteriorado, así como la educación. “Son problemas estructurales que vive nuestra sociedad todavía, y que requiere su reorganización para que nuestra sociedad pueda ir desarrollándose por canales más formales, reales, con apoyos financieros, con infraestructura, que permita que nuestros jóvenes puedan desarrollarse”.

Luego de ser director de cultura y deportes, fue director territorial en zona tres, entre el 2009 y el 2012, también estuvo en el Congreso de la Ciudad de México, del 2012 al 2018, y a partir del 2018, con Movimiento Regeneración Nacional (Morena) “con el nuevo empuje que se le dio al proyecto de reconstrucción nacional, llegamos aquí a la Dirección General de Desarrollo Social”.

Actualmente, asegura, le gusta el trabajo que hace, y desde su juventud, que se involucró en la actividad social, encontró la satisfacción de ayudar a la gente. “Si bien no te retribuye como puede sentir el placer un médico, un abogado, un arquitecto, un ingeniero, que encuentran una retribución económica, en mi caso, pues no, no fue el interés económico el que me movía, sino el poder ayudar a quien lo pudiera necesitar en mi entorno”.

Expone que los programas sociales, de ayuda a las personas, deben desaparecer algún día, y ese día será cuando se logre armar una estructura de Gobierno que permita darle a la población, en general, una base que permita tener educación segura, salud segura, y que después de la educación la gente pueda vivir, y pueda hacer lo que le gusta, y que pueda vivir de ello.

“Creo que eso es trabajar por el bienestar de la gente, y que esto dependa no de la suerte, ni de las oportunidades de las personas, que se presenten o no, sino que se viva en un Estado de bienestar que permita que todos podamos estar bien, ese día van a desaparecer los programas sociales, ojalá que sea pronto, y yo espero que en este proyecto que estamos trabajando día a día, podamos alcanzarlo lo más pronto posible”.

Comenta que desde el año 2006 que tuvo la oportunidad de estar al frente de la cultura y el deporte en la Gustavo A. Madero, se impulsó la creación de casas de cultura.

“Traíamos seis, siete casas de cultura en 2006, terminamos 2012 con 16. Los centros deportivos, teníamos bien delineados, alrededor de siete, ocho centros deportivos; avanzamos hasta tener 25, 26, hoy tenemos 40 centros deportivos y tenemos 29 casas de cultura, con dos centros muy importantes, el Hugo Gutiérrez Vega, en la colonia Nueva Vallejo, y el Centro de Arte y Cultura Futurama”.

Señala que hace falta mucho, pues se requiere mayor presupuesto, “pero buscando que estos espacios puedan generar oportunidades para los niños, que le agarren el gusto a las actividades artísticas, por ejemplo, implementamos el programa Cultura Viva Comunitaria, con ello, estamos brindando a los jóvenes que tienen alguna formación artística, las artes, un aprendizaje, para que ellos puedan enseñar a los niños sin que tengan que cobrarles, los financia la alcaldía a través de un programa social.

“Se les apoya a estos jóvenes para que ellos puedan enseñar a los pequeños el ABC, sin mayor pretensión, que sepan qué se siente pintar, qué se siente trabajar distintos materiales, en las artes plásticas, por ejemplo, pero también que aprendan una vocalización básica del canto, o algún instrumento, que comiencen a ejecutar, eso hemos desarrollado con 300 jóvenes en la alcaldía, que nos permiten permear muy ampliamente en la población”, señala.

Otro de los programas impulsados lleva el nombre de Becando Ando, que ayuda a los jóvenes que tengan alguna experiencia deportiva, incluso, medallistas que han logrado una carrera, y que siendo jóvenes, ayuden en los centros deportivos a transmitir ese gusto del deporte a pequeños y adolescentes.

En cuanto a la actual administración en la GAM, señala que existe una apertura muy significativa, en comparación con las administraciones pasadas. “A nosotros que nos tocó, justamente, venir a tocar la puerta desde jóvenes, y encontrarnos con la cerrazón de las autoridades para las iniciativas sociales.

“Antes del 97, los gobiernos que derivaban de los 40, 50, 60 y 70 cuando se crean las delegaciones, conseguir la atención era prácticamente imposible. Estos gobiernos trabajaban de manera muy clientelar, y muy sistemática, tenían sus jefes de manzana, tenían sus presidentes de colonia, y solo a través de ellos podían bajar algunos apoyos, algunos beneficios, muchas personas podrán recordar cuando venían los procesos electorales, el recibir un bote de leche, una bolsa, una gorra, ya era la gran cosa, todo lo demás, durante periodos de gobierno, entre elección y elección era a pan y agua”.

Cuenta que conseguir que se mejorara un espacio público, los mercados, etc., era realmente una dádiva del Gobierno. “Hoy tenemos un Gobierno de la gente, para la gente, antes venían a gobernar gente de fueras, designados por el regente de la Ciudad, o por el delegado que mandaban aquí, traía a sus cuates, y vinieran de dónde fuera, incluso de otros estados de la República, venían a administrar el recurso, pero sin conocer bien los problemas de la comunidad.

“Hoy podemos presumir que la gente que está al frente de los Gobierno en las Alcaldías, particularmente de la Gustavo A. Madero, somos gente que vivimos en Gustavo A. Madero, que conocemos los problemas de Gustavo A. Madero, y que sabemos por donde tenemos que seguir trabajando, conocemos los problemas, y lógicamente, las soluciones si bien se conocen, se tienen que financiar, pero también se tiene que colaborar con la comunidad, entonces, hacemos un trabajo más cercano a la gente”, explica.

Señala que actualmente, en la GAM, existe un marco normativo de participación ciudadana, que permite que la comunidad pueda opinar sobre en qué invertir cierto dinero, “y entonces eso nos está dando, pues, un gobierno horizontal, o mucho más horizontal que antes, antes era, yo creo que muy vertical, podríamos decir que hoy, por mucho, nos gobernamos a nosotros mismos”, asegura.

Continúa explicando que las tareas de Gobierno nunca son fáciles, pues hay que conciliar a todas las partes.

“La diversidad de la sociedad es, de verdad, múltiple, es muy colorida, no solamente los que han nacido aquí y han habitado aquí, sino por la cantidad de personas que llegan acá, comunidades indígenas que buscan también salir adelante, encontrar una manera de vivir, educación, salud, vivienda, trabajo, pero entre todos esos elementos, en la Ciudad de México en particular, y aquí en Gustavo A. Madero, que es un punto donde atraviesa los distintos municipios más importantes del Estado de México, y más, activamente económicos, como Ecatepec, como Nezahualcóyotl, como Tlalnepantla, atraviesan por esta región, entonces tenemos una comunidad flotante muy importante, tener aquí el atrio de la Basílica de Guadalupe, también habla de la cantidad de personas que llegan aquí, requiere de un Gobierno sensible, de un Gobierno empático con la comunidad, de donde sea, pero con un toque humanista, y en ese sentido nos hemos ido preparando para seguir adelante, para seguir cambiando el orden de las cosas, para seguir transformando nuestro entorno y que este entorno pueda ser en beneficio de la comunidad maderense.

“Los maderenses tenemos que seguir trabajando para la comunidad maderense”, concluye.